SAGRADOS CORAZONES DE JESUS Y MARIA

SAGRADOS CORAZONES DE JESUS Y MARIA
LOS AMO (hasta jamas por siempre en la Eternidad))

viernes, 3 de febrero de 2012

MISA LO QUE NO SE VE EN ELLA, DURANTE LA ADORACION AL SEÑOR Y SU RENOVACION DEL SACRIFICIO DIVINO

"VISION MISTICA DE LA SANTA MISA"   EUCARISTIA  (SACRIFICIO VIVO) PAN VIVO BAJADO DEL CIELO.

Catalina Rivas es una vidente boliviana que tiene los estigmas de la Pasión del Señor. Ha sido examinado científicamente por el equipo que dirige el Dr. Ricardo Castañón, reconocido neuropsicólogo perteneciente al grupo internacional para la Paz. Lo que sigue son algunos extractos de la charla que ella ofreció en una oportunidad:.
"Un día dijo la Santísima Virgen, en ese aprendizaje, en ese caminar en que iba enseñándonos todo........"Quiero que sepas lo que es la Santa Misa, hoy va a ser un día de enseñanza, hoy vas a aprender muchas cosas y quiero que las digas a todos mis hijos...."
Vino la oración penitencial y dijo la Santísima Virgen: "Por favor ponte en la Presencia del Señor y pídele de todo corazón que te perdona todas tus culpas.... todas tus fallas.... que te haga merecedora de estar presente en esta Santa Misa. Has llegado en el último momento..... sin tener previa preparación. ¿Porqué tienen que llegar en el último momento de la Santa Misa?. Tienen que llegar unos momentos antes para ponerse en la presencia del Señor, pedir al Espíritu Santo que baje hasta ustedes que mande todo su Amor, que mande su Espíritu de paz para poder sacar el mayor provecho de la Santa Misa...
Vino la liturgia de la Palabra y dijo la Virgen María: "Atiende , por favor, escucha...... es un momento muy importante para ti.... la Palabra del Señor dice que su Palabra no vuelve a El sin haber dado frutos.....Entonces si tú pones atención durante todo el día estás atenta a algo o a todo lo que se dijo en la Lectura, y vas rumiando, vas paladeando es Palabra de Dios, a la larga o la corta va a dar frutos en ti, de modo que pon atención en esta parte".
Cuando vino el Ofertorio, de pronto la Virgen dijo: "¡Observa!...." Empezó a llenarse la Iglesia de gente, de seres hermosos, con una luz en sus rostros- a ver si puedo describirlo – estaban con albas blancas largas, unos seres altos hermosos....tenían rasgos femeninos de tan bellos, unos con el pelo largo , unos con el pelo corto, unos con cabellos lacios, otros con cabellos crespos, morenos, rubios, pero con rostros muy hermosos, muy, muy hermosos. Se pusieron en la fila del centro y empezaron a acercarse al Altar.... unos llevaban como una patena, algo que brillaba mucho....... se acercaban felices... otros tenían las manos caídas y no tenían nada en las manos y detrás iban otros cabizbajos, con las manos juntas en oración, pero muy tristes, como avergonzados" . -Dijo la Virgen:
"Son los ángeles de la guarda de cada uno de los que están aquí.....es el momento en que llevan sus ofrendas al Altar de Dios......para unirse con la ofrenda que hace el sacerdote del vino y del agua, del pan que después tendrá que convertirse en el Cuerpo y la Sangre del Señor."
Se convierte también vuestra ofrenda en una ofrenda de amor, porque ustedes en sí mismos no tienen ningún mérito, porque son creaturas miserables, pero vuestros ofrecimientos, vuestras peticiones, vuestras ofrendas a Dios Padre unidas al Sacrificio Redentor de Jesucristo, unidas a su Cuerpo en ese momento, de la Transubstanciación, tienen un valor inmenso ante Dios Padre.......solamente así se justifica vuestro paso por la tierra...por los méritos de Jesús".-
"Los ángeles que tienen las manos abajo son los de las personas que no tienen nada que pedir ni nada que ofrecer.....¡La Misa tiene un valor infinito! – ¡entiéndanlo bien!.....Ustedes no saben el valor que tiene una Misa!. Eso lo van a comprender el día que estén al otro lado."....¡Pidan por todo!....Pidan por ustedes, pero no sean egoístas, acuérdense de los pobres, de los necesitados, de los pecadores, de los políticos que no hay quien rece por ellos.....acuérdense de la gente que está sufriendo en las cárceles, lo enfermos.......pidan, pidan mucho, pero también ofrezcan!...Porque eso le agrada al Señor......Ofrézcanse a ustedes mismos..... eso es lo que más agrada al Señor! Ofrézcanse ustedes mismos para que El haga" Su Voluntad "en ustedes, para que pueda transformarlos, para que pueda hacerlos otros Cristos!
Los ángeles que van cabizbajos con las manos juntas avergonzados, son los ángeles de aquellas personas que, aún estando en la Misa, están con la mente en cualquier parte, no están atentos, entonces los ángeles sienten vergüenza, porque esas personas no debería ni siquiera estar allá....no solamente no participan en la Misa, sino que están avergonzando a sus ángeles, a su ángel de la guarda y están ofendiendo al Señor.
Momentos después vino La Consagración.. En el momento en que empezaba "el Santo" y toda la asamblea decía: ¡Santo, Santo, Santo es el Señor!.........de pronto desapareció todo lo que estaba detrás del sacerdote....paredes, techo, todo..... a la izquierda del sacerdote, hacia una esquina, en diagonal al sacerdote, partiendo de su brazo izquierdo, había una multitud de ángeles........ángeles niños y grandes, ángeles con alas, ángeles sin alas, seres bellísimos, en una cantidad infinita, que cantaban en diferentes coros la melodía más hermosa que se puedan imaginar. Todos repetían: ¡Santo, Santo, Santo es el Señor!, con las manos juntas mientras se posaban de rodillas.
"Del otro lado del sacerdote, de la derecha hacia atrás, había una multitud de seres.........eran los santos y los bienaventurados del cielo. La Virgen dijo que cuando uno ofrece la Misa y reza por sus difuntos y va nombrándolos mentalmente, el Señor concede la Gracia de quien pide por los suyos " en ese momento se hacen presente ellos". Y me dijo: "Pide por tu padre, por tu abuela, por los tuyos".... y yo podía ver a todos "ellos" allí. Todos ellos estaban encabezados por San José....estaban casi cerca del brazo del sacerdote.
"La Virgen Santísima estaba de rodillas, a la derecha del Altar, en una actitud de respeto, de veneración, de adoración, atenta, escuchando todo lo que decía el sacerdote, con las manos juntas, de rodillas, esperando el momento sublime de adorar a la Santísima Trinidad.
"El sacerdote expresó las palabras de la Consagración, y no escuché más su voz. De pronto fue la voz de Jesús. El mismo era quien iba repitiendo: "Tomad y comed........"
"Delante del Altar, en la parte de adelante, de pronto se encendió como un fuego, unas llamas muy brillantes, como rojo- dorado....yo no podía ver las caras de las personas. Eran sombras, sombras de gente, sombras grises con los brazos levantados hacia arriba. Y dijo la Virgen: " Son las almas del Purgatorio que están a la espera de una oración de ustedes para sacarlas de allá. Oren porque cuando ellas salen del Purgatorio, ellas oran por ustedes y los ayudan".
"En el momento de la Consagración, cuando el sacerdote levantaba la Hostia, de pronto su cara empezó a brillar mucho, mucho, hasta que se veía una sola luz fuerte como un farol....una luz blanca, pero blanda y dorada al mismo tiempo. Se fue transfigurando el cuerpo del sacerdote...era un sacerdote bajito, de pronto se fue convirtiendo en un hombre grande, porque Jesús es un hombre grande y hermoso.....Me di cuenta cuando El levantó la Hostia y vi las llagas....no era el sacerdote. Era Jesús que estaba allí en lugar de él. Era Jesús mismo y Su Cuerpo abrazaba, rodeaba el cuerpo del sacerdote. Y dijo la Virgen: "Nunca se fijen si el sacerdote es bueno o es malo............. si el sacerdote es como es, pecador, él tendrá que dar cuenta a Dios..... Uds. Fíjense en que las manos de un sacerdote son consagradas y que por lo tanto., no es el sacerdote....el sacerdote viene a ser otro Cristo, es la persona de Cristo verdaderamente".
"Cuando levantaba la Hostia, una luz muy brillante bajaba de la Hostia y era el mismo Jesús que se ponía en la Hostia. Cuando ustedes van a recibir la Hostia no solamente es Jesús.......van a recibir a la Santísima Trinidad.
"Cuando el sacerdote elevó el Cáliz, en ese momento hubo relámpagos, se oyeron truenos......era una oscuridad terrible. En ese momento vi a Jesús crucificado, con el rostro deformado, muy golpeado, sangrando.....en ese momento salía Sangre y Agua de Su Costado y caía al Cáliz, y caía y caía copiosamente sobre el Cáliz y no se derramaba. En el momento en que el sacerdote estaba haciendo la consagración del Cáliz, de esa luz grande se desprendió un ave, un pajarito, una cosa de luz que se posó en el hombro del sacerdote y en Jesús.
"Encima de Jesús crucificado había una luz muy brillante, muy grande............yo no podía ver la cara, pero veía las manos, unas manos abiertas así a los lados, como enseñándome:
"¡Ese es mi Hijo Amado......este es mi Hijo.....mira lo que están contemplando!"
"¡Me di cuenta que era Dios Padre, que eran las manos de El, y que la Santísima Trinidad estaba presente en ese momento!
"La Virgen me pidió que rezará por el sacerdote celebrante........en el momento en que se reza por la Iglesia, por el Papa, los Obispos, por el pueblo de Dios. En ese momento y en el momento que comulga el sacerdote, todos nosotros debemos pedir por él. Pedir mientras el sacerdote está comulgando: "Señor, santifícalo, perdónalo, ayúdalo, sálvalo, protégelo, bendícelo, ámalo........... ¡qué importante es pedir por él!
"La Santísima Virgen dijo: "Ustedes corren detrás de todas las apariciones, y no está mal....y van a los lugares donde Yo me aparezco....y no esta mal, porque reciben verdaderamente muchas gracias, pero ¡entiéndanlo bien! Estoy al alcance de todos, porque nunca estoy más presente en una aparición que en la Santa Misa!"-
"Por eso era que Ella me enseñaba su presencia allí....todo el tiempo, desde que empieza la Santa Misa hasta que termina, la Virgen está de rodillas en una actitud que conmueve.
"Luego vino el abrazo de paz y la preparación para la Comunión ......cuando iba a salir para comulgar Jesús dijo:
"Espera un momento y observa"- Una de las señoras que se había confesado en la mañana, se estaba acercando a recibir la Comunión.....yo la veía por detrás y en el momento en que el sacerdote ponía la Hostia en la boca de ella, una luz fuerte la atravesó ...salía por la espalda de ella, y de pronto, fue rodeándose en sus hombros y en su cara....y Jesús dijo:
-"Así es como Yo abrazo al corazón que viene a recibirme limpio de manchas, puro......"-
Alrededor de esa señora había una gran luz......en ese momento de la Comunión verdaderamente El nos abraza....¡Cuánto nos ama Dios!!!!!!!!!!!!
Delante de mí había una señora arrodillada.....De pronto el Señor me dijo: "¡Escucha!" (ella estaba con la boca cerrada, pero yo empecé a escuchar como si ella hablara......estaba escuchando su oración). Empezó con una letanía más o manos así: "Señor no aguanto más las borracheras de mi marido, que deje de beber, porque ya no soporto más.... haz algo Señor, él tiene que dejar de beber. Señor piensa en mi hijo...... no te olvides que mi hijo tiene que pasar el año, ya es la segunda vez que va a repetir y Tú no puedes permitirlo, Señor....tienes que ayudarlo......se acerca el pago del alquiler y me va a faltar el dinero, Señor, el colegio de los niños, y la luz, y empezó, pídele y pídele...... Y la vecina del lado de esta señora también así....se hizo un silencio.....el sacerdote dijo: "Oremos". Nos pusimos de pié y Jesús dijo con todo muy triste: "¿Te das cuenta? Ni una sola vez me ha dicho que me ama... ni una sola vez me ha agradecido el don que Yo le he hecho, de bajar, de dar mi Divinidad para que se una a su humanidad...."-
Yo pedí perdón...porque cuántas veces habré hecho yo lo mismo..... de pedir y no agradecerle y decirle cuánto lo amo, y cuánto necesito de El y cuánto bien me hace recibirlo.... Al Bienhechor le gusta recibir el agradecimiento de las personas por las que hace algo. Y Jesús es el mendigo del amor...El dice en uno de sus mensajes:
"Yo que soy Dios, soy el mendigo del amor....y lo único que les pido es que me amen....vengo a pedir su amor....vengo a buscar su amor".
En el momento de la Bendición, la Virgen volvió a tomar la palabra y dijo:
"Por favor pon atención en este momento, y haz la Señal de la Cruz en la forma debida.......esta puede ser la última bendición de tu vida. No hagan un garabato. Reciban con fervor y con respeto, con amor, la bendición que el sacerdote reparte en el Nombre de La Santísima Trinidad....."
Cuando salíamos Jesús dijo:
"Quédate un poco más......necesito decirte algo....ustedes organizan su vida de forma que tienen un día para cada cosa....para visitar a sus familiares, para visitar a sus amigos, programan sus vacaciones, su trabajo, pero cuál es el día en que, en familia, una vez al mes, aunque sea dicen: " hoy es el día en que vamos todos juntos a visitar a Jesús....y que vengan y permanezcan....no les pido más que media hora en mi Presencia.....y si no tienen nada que decirme, permanezcan callados....o pidan: "Jesús, te amo, quiero hacer Tu Voluntad........no es necesario que compongan oraciones.
¡¡¡¡¡DEJEN QUE YO LOS MIME, Y LOS LLENE DE TODO LO QUE QUIERO LLENARLOS!!!!!!!!!
Hasta aquí la enseñanza de la Santísima Virgen en lo que respecta a la maravilla de la Eucaristía conforme a la visión de Catalina Rivas........
.................A partir del 24 de Junio de 1981, Nuestra Señora aparece en Medjugorje, pequeña aldea del sur de la República de Bosnia-Herzegovina.
Desde allí La Reina de la Paz hace a la humanidad un llamado urgente de conversión , reconciliación y retorno a su Creador, como únicos medios para obtener la paz. Los instrumentos de este Llamado son seis jóvenes: Mirjana, Ivanka, Marija, Ivan y Jacov a quienes llama "mis ángeles" y con quienes dialoga en croata, su idioma materno. Estos ven a la Virgen como una persona real que los besa y abraza con el amor de una madre, (hecho que nos hace recordar como de la misma manera se aparecía a Catalina Labouré en el siglo XVIII ). Los jóvenes videntes han sido sometidos a toda clase de exámenes médicos y psiquiátricos con sofisticados aparatos de medición. Los numerosos médicos( algunos de ellos ateos) que llevaron a cabo las diferentes investigaciones, atestiguan estar ante un fenómeno extraordinario.
Bien, Nuestra Madre dice en cuanto a la Misa:
"-La Misa es la forma de oración más sublime
-Muchas personas van a Misa sin prepararse y sin acercarse a la Comunión; así la Misa les vale muy poco.
-Le recomiendo vivamente asistir a Misa, si es posible, todos los días.
-El momento más favorable para pedir las gracias, es el momento de la Consagración.
-No se puede agradecerle lo bastante a Dios por el inmenso regalo de la Eucaristía .
-Les pido una vez por semana la Adoración del Santísimo Sacramento.
"Que la Santa Misa sea el centro de vuestras vidas", mensaje del 25-4.88. "la Misa es la mejor forma de oración. Jesús os da sus gracias durante la Santa Misa", mensaje del 3-4-86.
"Yo estoy más cerca de vosotros en la Misa que durante las apariciones" ( a Jelena). "Adorad sin interrupción al Santísimo Sacramento del Altar. Estoy siempre presente cuando los fieles están en adoración. En ese momento se reciben gracias especiales", mensaje del 15-3-84.
"Los invito a ser responsables y decididos y a consagrar cada día a Dios en la oración. Que la Santa Misa, hijitos, no sea un hábito para ustedes, sino la Vida.
" Viviendo la Santa Misa cada día, sentirán necesidad de la santidad y crecerán en la santidad", mensaje del 25-1-98.
"Queridos hijos", deseo invitarlos a vivir la Santa Misa. Hay muchos entre ustedes que han descubierto la belleza de la Misa; otros no viene de buenas ganas.
" Lo he elegido, queridos hijos, Jesús les comunica sus Gracias durante la Misa
." Por eso vivan conscientemente la Santa Misa, asistan a ella con gozo. Acepten de ir con amor", mensaje del 3-4-86.
"Vengan a Misa, porque ese tiempo le es dado . Queridos hijos numerosos son los que van regularmente, a pesar del mal tiempo(en Medjugorje), porque me aman y quieren probarme su amor de una manera especial.
" Les pido mostrarme su amor viniendo a Misa, y el Señor los recompensará generosamente", mensaje del 21-Xl-85.
A través de Mirjana la Santísima Virgen dice:
-"Hijos míos, Yo estoy en las iglesias de todo el mundo y todos los sacerdotes, cuando están en el Altar, representan a Jesús y a través de ellos escuchamos lo que Jesús quiere de nosotros".
Ella quiere que cuando acaba la Santa Misa, sintamos deseos de otra Misa, no al cabo de 7 días. . Ella desea que todos los días vayamos a Misa
Ella sigue pediéndonos Oración constante , formar grupos de Oración en las Parroquias, sobretodo de jóvenes y amor a la Misa frecuente, hasta el día de hoy......
...
.............El Padre Harry Peterson, sacerdote norteamericano residente en Chile, nos aconseja: "Llevemos una vida espiritual bien cultivada, teniendo como base la Vida Sacramental, pues el Espíritu Santo- a quien recibimos con mayor plenitud en la Confirmación- nos mueve a vivir nuestro Bautismo, a asistir a la Eucaristía( la Santa Misa) en estado de Gracia y comulgar con fervor, y a reconciliarnos periódicamente."
¿POR QUÉ DEBO asistir a Misa todos los días?
-"La Misa es la manera más perfecta de hacer oración" (Papa Paulo Vl).
-"Por cada Misa que se asiste con devoción, nuestro Señor enviará a un santo a consolarnos en la hora de la muerte "(Revelación de Jesucristo a Santa Gertrudes la Mayor).
-El Padre Pío, sacerdote estigmatizado, ha dicho: "Sería más fácil la existencia del mundo sin el sol, que sin la Santa Misa"
-El Curé d´Ars San Juan Vianney afirmó: "Si conociéramos el valor de la Santa Misa, nos moriríamos de alegría"
-Un célebre doctor de la Iglesia llamado San Anselmo, ha declarado: "Una sola Misa ofrecida y oída en vida con devoción, por el bien propio, puede valer más que mil Misas celebradas por la misma intención, después de la muerte".
-San Leonardo de Puerto Mauricio apoya esta declaración, diciendo que: " una Misa antes de la muerte puede ser más provechosa, que muchas después de ella".
-"La celebración de la Misa sería más provechosa para los fieles si la procurarán en vida. Sería mucho mejor que el hecho de esperar hasta más tarde, y pedir entonces que se ofrezca por el eterno descanso del alma, después de la muerte " (El Papa Benedicto XV).
-En cierta ocasión Santa Teresa se sentía inundada de la bondad de Dios. Entonces le hizo esta pregunta a Nuestro Señor: "Señor mío, ¿Cómo os podré agradecer? Nuestro Señor le contestó: "ASISTID A UNA MISA".
-En cierta ocasión, la Santísima Virgen María,, habló a su fiel servidor, Alain, diciéndole: "Tanto ama mi Hijo a los que asisten al Santo Sacrificio de la Misa, que si fuera necesario, volvería a morir por ellos, tantas veces como cuantas Misas hayan oído".(Página 107 del último párrafo de "Explication Du Saint Sacrifice de la Mece" parle R. P..Martín Cochem Friere – Minneur Capucin).
Otro mensaje entregado por Nuestra Señora en Australia:
"Aunque el sacerdote que celebra la Misa esté en pecado, aún así, el es un Ministro de Dios y tiene el poder, dado por el Cielo, para convertir el pan y el vino, en mi Divino Hijo"
BENDICIONES DE LA SANTA MISA SEGÚN LAS ENSEÑANZAS
DE LOS SANTOS.
1.- " La Santa Misa da fuerzas al alma para batallar contra los enemigos. Perdona los pecados veniales. Mitiga el Aguijón de la carne y aumenta la castidad. Acrecienta el fervor de la caridad. Da valor para sufrir las cosas adversas y llena el alma de todas las virtudes.
2.-" El que oye devotamente la Santa Misa y está exento de pecado mortal, merece más que si hiciera una costosa y muy sacrificada peregrinación por todo el mundo y diese todos sus bienes a los pobres. (San Bernardo).
3.-" Si uno, cuando asiste o celebra la Santa Misa, reflexiona sobre su valor infinito y, en consecuencia, tiene formal intención de glorificar con Ella lo más posible a Dios, mediante el ofrecimiento del Sacrificio de Jesucristo, que es de mayor mérito que el de todos los mártires juntos, "Merece más que si ayunara a pan y agua todo un año y que si se azotara hasta derramar toda la sangre de sus venas y rezara trescientas veces el Salterio" (San Alberto Magno).
4.- "Es el sufragio más eficaz para los difuntos. A esto podemos agregar que el mayor número de almas son liberadas durante la Consagración en la Misa, que durante cualquier otro tiempo.
5.-" Más vale una Misa oída en vida, cuando todavía podemos con Ella aumentar enormemente nuestros méritos y la correspondiente gloria eterna, que mil Misas que a favor de la misma persona se le aplicaran – ya sin méritos propios - después de la muerte.
6.- "Más honra a Dios una sola Misa – sobre todo si en ella comulgamos con la expresa intención de amar, mediante Cristo, infinitamente al Altísimo, es decir, de vivir por Cristo como Cristo vive por el Padre – que todas las demás obras - no revalorizadas con la Eucaristía – por fervorosas que sean. (Beato p. La Combiere ).
7.-" Quien asiste devotamente a la Santa Misa alcanza grandes auxilios para no caer en pecado mortal, y si la oye entera cada día, no le faltará el alimento o sustento necesario para su cuerpo.(San Agustín).
8.- "El Santo Sacrificio de la Misa es, en cierto modo, "medicina para sanar enfermedades".(San Cipriano)
9.- "Si una mujer embarazada asiste a Misa, siempre y cuando ello le es posible, tomándose un poquito de molestia, como mayor se la tomó la Virgen al viajar a Belén, para dar a luz allí al Redentor, "podrá obtener grandes auxilios en los dolores de su parto". ( San Beda el venerable).
10.- "Todos los días en que uno oiga devotamente la Santa Misa podrá esperar fundadamente verse libre o preservado de "muy grandes males y peligros del alma y cuerpo",( San Gregorio).
El Señor reveló a Santa Matilde: " En verdad te digo que a quien devota y diligentemente asista a Misa, le enviaré para su consuelo y defensa y, para cortejo autorizado de su alma en la jornada, tantos nobles palaciegos de Mi Gloria entre Mis Santos, cuantas Misas tenga así oídas en la tierra."


ESTRUCTURA DE LA SANTA MISA.
La Santa misa reconoce en su estructura dos unidades básicas: La Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística.. Ellas son las dos parte esenciales de la Misa, la que se estructura de la siguiente manera:
o    Rito de Entrada = Canto, Procesión de Entrada, Saludo
o    Rito Penitencial = Acto penitencial, Kyrie, alabanza (Gloria), oración colecta.
o    Liturgia de la Palabra:
o    1ª Lectura,; Antiguo Testamento.
o    Salmo
o    2ª Lectura; Nuevo Testamento.
o    Evangelio.
o    Homilía.
o    Credo.
o    Oración Universal.
o    Liturgia Eucarística:
o    Ofertorio: se presenta el pan y el vino que se va a consagrar.
o    Prefacio.
o    Santo.
o    Plegaria Eucarística.
o    Consagración.
o    Aclamación.
o    Memorial.
o    Rito de la Comunión:
o    Padre Nuestro
o    Oración.
o    Proclamación.
o    Saludo de la Paz.
o    Fracción del Pan: se canta el "Cordero de Dios".......
o    Comunión.
o    Rito de Conclusión:
o    Oración de agradecimiento.
o    Bendición Final y Envío.
o    Canto final: normalmente un canto a la Santísima Virgen.........
--LA MISA PUEDE DECIRSE QUE ES UN PERFECTO DIALOGO CON DIOS: pedimos perdón: y Dios nos responde con la Palabra; ofrecemos el pan y el vino, y Dios nos responde consagrándolo; oramos al Padre ("Padre Nuestro") y Dios nos responde con la Comunión; agradecemos al final, y Dios nos envía a da testimonio.--
Los principales fines del Sacrificio de la Misa son cuatro:
-La perfecta adoración y la alabanza de Dios.
-La acción de gracias por los incontables beneficios que recibimos de la Divinidad.
-La expiación por todos los pecados del mundo.
-La petición del favor Divino.....
...................Debemos tener muy claro que la Santa Misa es una Unidad, de modo que la participación en Ella debe ser de principio a fin.
No se debe llegar atrasado, pues nos perdemos todo el Rito Inicial y el Acto Penitencial (algunas veces incluso la Palabra); ni debemos retirarnos hasta después de la bendición final. Por otra parte, la Misa no se "oye", ni se "asiste" a ella, en la Misa se participa, es decir en ella oramos, cantamos, podemos opinar cuando el sacerdote lo solicita durante la homilía, etc. la Misa es una celebración de todos y, en consecuencia debemos participar en Ella .
A la celebración de la Misa se debe acudir con vestimenta apropiada a la fiesta que vamos a celebrar y con el debido respeto hacia el "Dueño de la Casa," que es el Señor. Es decir la ropa debe ser sobria, sin estridencias ni muy escotadas. Es recomendable no usar minifaldas, ni pantaloncitos cortos, ni bermudas(o short) y camiseta, en fin.....siempre debe tenerse presente ciertas normas especiales de respeto hacia el "Dueño de Casa".
La Santa Misa se celebra siguiendo una estructura fundamental que se ha conservado a través de los siglos y que es única para todo el mundo – de modo que todas las Misas que se celebran en un mismo día en cualquier lugar de la Tierra, son esencialmente idénticas y comprende la estructura de lo que hemos expuesto anteriormente.
COMO SE DEBE OIR LA SANTA MISA
Si queremos asistir a la Santa Misa para satisfacer nuestro deber y gozar de sus preciosos frutos debemos asistir según enseña el Catecismo con la modestia del cuerpo y la devoción del corazón. Obran pues mal los que en la Misa hablan, ríen tratan de sus preocupaciones, miran a todos lados, hacen señas y ni siquiera en la Elevación se acuerdan que están en la Presencia de Dios.
Faltan también los que están en postura indecorosa, duermen, no rezan, ni piensan humillarse delante de Dios. ¡No se comportan así los soldados ante sus Jefes!..¿En dónde está la fe de éstos?.
Napoleón, un día asistiendo a la Santa Misa, reparó que uno de sus oficiales se quedaba de pie durante la Elevación: se le acercó y dándole un puñetazo en la espalda, le dijo: "Híncate delante de tu Dios, como lo hace tu emperador!. Ante Jesucristo, tú y yo somos menos que polvo".....
He aquí un hombre verdaderamente grande que nos enseña el respeto y devoción con que debemos oír la Santa Misa. Procuremos avivar nuestra fe y pensemos que durante la Santa Misa, estamos realmente en presencia de Jesús, nuestro Rey y nuestro Dios.
San Juan Crisóstomo nos asegura que centenares de ángeles rodean el Altar mientras se celebra la Santa Misa y él mismo les vió varias veces que se quedaban silenciosos inclinados y extasiados ante el adorable Sacramento......
¿No debería ser éste nuestro comportamiento en la Santa Misa?.
Debemos además acordarnos que el tiempo de la Santa Misa es el más propicio para pedir a Dios las gracias que necesitamos.
Dice Sto. Tomás de Aquino que durante la Misa los Angeles Custodios presentan a Jesús nuestras plegarias y Jesús las acepta y escucha. Este Santo vió en efecto, una procesión de espíritus celestiales, quienes durante el Santo Sacrificio iban y volvían de la Iglesia, al Altar y del Altar a la Iglesia. Maravillado y deseoso de saber el porqué de aquello, suspende sus oraciones y le pregunta el motivo de lo que hacían. – "¿Porqué te sorprendes? - le contestaron," nosotros somos los Angeles Custodios de los fieles que asisten a Misa. Recibimos sus plegarias, las presentamos a Jesús y las devolvemos a cada uno trocadas en favores"......
....................Estando en la Iglesia, no permanezcamos mudos, sino oremos por nosotros y por los que se encomiendan a nuestras oraciones.: Oremos por el Papa, por los Obispos , por los Sacerdotes y por todos los cristianos.- Los padres oren por sus hijos, los hijos por sus padres y superiores . Oremos mucho por los pobres pecadores, pidamos, pidamos, pidamos mucho al Señor con viva fe cuanto más pidamos y mayor sea la devoción, más abundantes serán las Gracias, aún temporales. No olvidemos a las almas benditas del Purgatorio.
Quejóse un día uno de estos cristianos que nunca rezan, a un santo religioso, de que Dios no le otorgaba lo que le pedía, más el religioso dióle esta lección diciéndole:" tome este canasto y tráigame agua"-Perdóneme padre ud. se burla de mí ¿cómo quiere que le traiga agua en un canasto?..¿ Y cómo quieren que el Señor- contestóle el religioso, - les conceda las gracias si no las piden?."
Cuando vayamos a la iglesia hagamos como cuando vamos a traer agua, no llevemos un canasto o sea la mente distraída e indiferente, sino una tinaja, o sea gran piedad y devoción, porque nuestra oración tendrá más o menos valor, según el mayor o menor fervor con que la oigamos (Extracto: "Haced esto en memoria mía.-Monseñor Jorge Medina Estévez).
Podemos agregar a este texto y testimonio lo siguiente:
También se debe tener presente el respeto en la actitud que se debe tener durante la celebración de la Santa Misa: El centro de atención debe ser el Altar o el Ambón, según corresponda el momento de la Misa, debe evitarse el cuchicheo o el darse vuelta para curiosear o ubicar a los conocidos, y menos el ir de un lado a otro para saludar a los conocidos en el momento de la Paz..... en este acto litúrgico se debe entregar el saludo a quienes están alrededor de uno, a los costados, atrás o adelante, sin importar si es conocido nuestro o no.....transformando momentáneamente la celebración en un verdadero paseo, donde se pierde todo respeto por el Dueño de Casa, Nuestro Señor.. De la misma manera, la participación en las oraciones y cantos es esencial para "vivir" realmente la ceremonia que se está celebrando.
Tampoco es conveniente acudir al Confesionario durante el desarrollo de la Misa, pues el tiempo dedicado a este Sacramento es tiempo en que se está ausente de la Celebración Eucarística (no se puede estar en dos lugares y participar en dos actos a la vez.)........
.................Quiero, a propósito de la Real Presencia de Jesús en la Eucaristía, recordar que en algún lugar del mundo, un sacerdote incrédulo de la verdadera Presencia de Jesucristo en la Hostia, tuvo una experiencia maravillosa que le entregó el Señor: al alzar la Hostia, ésta se convirtió visualmente en un trozo de carne(miocardio). ¡Todos los presentes lo vieron, ante la impresión del sacerdote!
.En ese Divino Gesto, el Señor le mostró que ES, verdaderamente Su Cuerpo y Su Sangre que se encuentran allí, en el momento de la Transubstanciación.
Se conserva aún el trozo de Miocardio (comprobado por médicos) como reliquia, y el Señor, a través del incrédulo sacerdote, nos mostró a todos su Real Presencia en Cuerpo y Alma........
..................No podemos terminar esta" catequesis" sobre Nuestro Sagrado Sacramento Eucarístico sin citar a "nuestro" Antonio María Zaccaría, el más joven de los santos fundadores de órdenes religiosas, y, además en el cielo, el más joven de los santos licenciados....... Qué dice él:
"La Eucaristía es el "Crucifijo Vivo". "Crucifijo y Eucaristía son inseparables
. El Altar es un verdadero Calvario...Jesús presente en la Hostia Santa es el Jesús inmolado en la Cruz"
La Eucaristía entonces (siglo XVI ), estaba cerrada en las Sacristías, lejos de las miradas de todos, sola, en el olvido y en el abandono.......sólo un atrevido, un revolucionario, un "loco" por Cristo, podía derribar esta barrera de aislamiento......Ese loco ha sido Antonio María Zaccaría, "El santo de la Eucaristía" (Pío XII ).
No más cortinas ni custodias, sino la Hostia Santa visible, sobre el Altar, entre esplendores de luces y fragancia de flores...........Es el iniciador de "las 40 Horas", nueva Expresión Universal de piedad cristiana, apoyada y favorecida por la Iglesia.
En tiempo en que aún los más fervientes raramente comulgaban, propugnó la Comunión frecuente. Y, elegancia de la Providencia, se logró descubrir su sepulcro, en la cripta de la Iglesia de San Pablo, en Milán, el 28-5-1891, exactamente cuando en el Altar Mayor, se daba comienzo a la solemne exposición de las "40 horas".
En Valencia y en otras ciudades, sigue habiendo exposición ininterrumpida a lo largo de todo el año. Nuestro cristianismo, sin fe en la "Presencia Eucarística de Jesús", corre el riesgo de volverse un enigma desolado y desolante. ( de la biografía de A. Ma. Zaccaría ,escrita por le Padre Luis Origlia, Barnabita).......
..........................En su autobiografía, el mismo Ignacio de Loyola, estando en Manresa (España), declara: "Estando en este pueblo, en la Iglesia de dicho Monasterio oyendo Misa un día, y alzándose el "Corpus Domini " ( o sea, la Hostia Consagrada), vi con los ojos interiores unos como rayos blancos que venían de arriba; y aunque esto, después de tanto tiempo no lo puedo bien explicar, sin embargo lo que vi con el entendimiento, claramente, fue como estaba en aquel Santísimo Sacramento, Jesucristo, Nuestro Señor."...............
......................... De la misma manera, no podemos dejar de observar la meditación del Padre Hurtado sobre la Sagrada Eucaristía, la cuál fue el Centro en su vida......." Con el Sacrificio de Cristo nace una nueva raza, raza que será Cristo en la tierra hasta el fin del mundo. Los hombres que reciben a Cristo se transforman en El. " Ya no vivo yo, Cristo vive en mí ", decía San Pablo ( Gál. 2,20), y vive en mi hermano que comulga junto a mí, y vive en todos los que participamos de El.
" Formamos todos un solo Cristo. Vivimos su vida, realizamos su Misión Divina
. Somos una nueva humanidad, humanidad en Cristo. Estrechamente unidos más que por la sangre de familia, por la Sangre de Cristo formamos el Cuerpo Místico de Cristo, y en Cristo y por Cristo y para Cristo, vivimos en este mundo.
"De aquí nuestro profundo optimismo, nuestro sentido de triunfadores, pues en Cristo hemos iniciado la victoria que iremos completando cada uno de nosotros y será perfecta al final de los tiempos.
" La Eucaristía es el centro de la vida cristiana. Por Ella tenemos la Iglesia y por la Iglesia llegamos a Dios.
" Cada hombre se salvará no por sí mismo, no por sus propios méritos, sino por la sociedad en la que vive, por la Iglesia, fuente de todos sus bienes. ¡ Qué débil aparece el socialismo y el comunismo frente a esta visión tan estupenda de la unidad cristiana!"
" Por la Eucaristía- Sacramento, descienden sobre los fieles todas las gracias de la encarnación redentora; por la Eucaristía-Sacrificio, sube hasta la Santísima Trinidad todo el culto de la Iglesia militante. Sin la Eucaristía, la Iglesia de la tierra estaría sin Cristo....
" Por la Eucaristía, esta Tierra de la Encarnación se hizo el centro del mundo
". Por "Ella" el Hijo permanecerá entre nosotros no por unos cuantos años fugitivos, sino para siempre.
" Mediante la Eucaristía, Cristo permanece siempre presente en medio de su Pueblo.
" A la vista de la Creación Dios piensa siempre en su Hijo.
" Dios no ve al mundo sino a través de Cristo.
" La Eucaristía es el medio para unirnos a El, es la colocación a nuestro alcance de todos los beneficios de la encarnación redentora.
"Toda la obra de Cristo se perpetúa en el mundo por la Hostia; mediante Ella desciende la vida a las almas y eleva las almas hasta Dios.
" La Comunión realiza este descenso de la Trinidad hasta los hombres por Cristo
. " El sacrificio de la Misa eleva los hombres identificados con el Hijo, hasta el seno del Padre.
" La Presencia Real, la razón, los sentidos, nada ven en la Eucaristía, sino pan y vino, pero la FE, nos garantiza la infalible certeza de la revelación divina: las Palabras de Jesús son claras: "Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre" y la Iglesia las entiende la pie de la letra y no como puros símbolos.
" Con toda nuestra mente, con todas nuestras fuerzas creemos los católicos, que "el Cuerpo y la Sangre y la Divinidad del Verbo Encarnado" está real y verdaderamente presentes en el altar en virtud de la Omnipotencia de Dios. El cuerpo y el alma de Cristo, permanecen inseparablemente unidos a la persona del Verbo, el cual nos trae al Padre y al Espíritu, en la indivisible unión de la Trinidad.
"Todo el Misterio del Verbo Encarnado está contenido en la Hostia, con los encantos inefables de la humanidad y la infinita Grandeza de la Divinidad, una y otra veladas.
" El Cristo Eucarístico se identifica con el Cristo de la historia y de la eternidad. No hay dos Cristos sino uno solo. Nosotros poseemos en la Hostia al Cristo del" sermón de la montaña", al Cristo de la Magdalena, al que descansa junto la pozo de Jacob con la Samaritana, al Cristo del Tabor y de Getsemaní, al Cristo resucitado de entre los muertos y sentado a la diestra del Padre.
" No es un –Cristo el que posee la Iglesia de la Tierra y Otro el que contemplan los bienaventurados en el Cielo: ¡UNA SOLA IGLESIA ,UN SOLO CRISTO!
¡Que bien expresa esta doctrina al Ave Verum!:
"Te saludo , Verdadero Cuerpo nacido de María Virgen,
que verdaderamente ha sufrido
y ha sido inmolado en la Cruz por el hombre.
Cuyo costado traspasado manó Sangre y Agua.
Haz que te gustemos
En la prueba de la muerte.
¡OH dulce Jesús!
¡OH Jesús lleno de bondad!
¡OH Jesús Hijo de María!. Amén."
Con esta hermosa alabanza dejamos esta profunda meditación de nuestro santo P. Alberto Hurtado sobre la Eucaristía......
, Al finalizar este documento no me queda sino que, dar gracias a la Trinidad Sacrosanta, Jesús y a la" Madre", por haber hecho llegar a esta servidora, a través de los años, todo el material que he podido exponer en este Documento, y a través de él doy gracias a Dios por dejarnos la Maravilla de este Sacramento, que nos santifica, nos libera, nos sana y entrega Gracias Divinas: un paso al Paraíso.......
Me quedo con el pensamiento y las palabras de ese gran Santo estigmatizado de la Iglesia, Padre Pío de la Pietrelcina, y a continuación, podrán gozar de una hermosa Oración a "JESÚS EUCARISTICO".
¡¡"SI LOS HOMBRES CONOCIERAN EL VALOR DE LA SANTA MISA, LA POLICIA TENDRÍA QUE ESTAR SIEMPRE EN LAS PUERTAS DE LAS IGLESIAS PARA MANTENER EL ORDEN POR LA GRAN CANTIDAD DE GENTE QUE ASISTIRIA"!!!!!
¡QUE DIOS LES BENDIGA!
PLEGARIA A JESÚS EUCARISTÍA
1.- Padre Dios, creemos que eres Creador de todas las cosas
y que nos haz hecho cercano en el Rostro de tu Hijo
concebido de María Virgen por obra del Espíritu Santo,
para se nuestra condición y garantía de vida eterna.
2.-Creemos Padre providente,
que por la fuerza de tu Espíritu, el pan y el vino
se transforman en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo
flor de harina que aligera el hambre del camino.
3.- Creemos Señor Jesús, que tu Encarnación
se prolonga en la simiente de tu Cuerpo Eucaristía
para dar de comer a los hambrientos de luz y de verdad
de amor y de perdón, de gracia y salvación.
4.- Creemos que en la Eucaristía te prolongas en la historia,
para alimentar la debilidad del peregrino
y el sueño del que anhela dar fruto en su trabajo.
Sabemos que en Belén, "la casa del Pan"
El Padre Eterno preparó en el vientre de Maria Virgen,
el pan que ofrece a los hambrientos de infinito.
5.-Creemos , Jesús Eucaristía, que estás real y verdaderamente
presente en el pan y el vino consagrados,
prolongando tu presencia salvadora
y ofreciendo a tus ovejas pastos abundantes y aguas claras.
6.-Creemos que los ojos se engañan al ver pan
y nuestra lengua se equivoca al probar vino,
porque estás Tú todo entero,
ofrecido en sacrificio y dando vida al mundo
de paraíso siempre hambriento.
7.- Aquella noche en el Cenáculo
al tomar, Señor, el pan y el vino entre tus manos,
estabas ofreciéndolos a todos,
por lo años y siglos infinitos.
8.- Contigo, Cordero de la Alianza,
se elevan en cada altar donde te ofreces al Padre,
los frutos de la tierra y del trabajo del hombre,
la vida del creyente, la duda del que busca
la sonrisa de los niños, los proyectos de los jóvenes
el dolor de los que sufren
y la ofrenda del que da y se da a sus hermanos.
9.- Creemos, Señor Jesús, que tu bondad ha preparado
una mesa para el grande y el pequeño,
y que en tu mesa hermanos, nos hacemos
hasta dar la vida unos por otros
como Tú lo hiciste por nosotros.
10.- Creemos, Jesús, que sobre el altar de tu sacrificio,
recuperamos la fuerza de una débil carne,
que no responde siempre a los anhelos del espíritu,
pero que Tú transformará a imagen de tu Cuerpo.
11.- Creemos que en la mesa preparada para todos,
siempre habrá un lugar para el que busca,
un espacio para el marginado de la vida,
superando los signos de la muerte
inaugurando los cielos nuevos y la tierra nueva.
12.- Creemos, Jesús, que no has dejado a tus hermanos solos,
permaneces discreto en el sagrario de la conciencia
y en el pan y el vino de tu mesa
como luz y fuerza del débil peregrino.
13.- Creemos, en fin, que en los inicios del Tercer Milenio
te haces compañero en el camino.
"Remar mar adentro" es la consigna
en este momento de tu Iglesia
para construír llenos de esperanza,
una nueva etapa de la historia.
14.- Gracias, Jesús Eucaristía, por impulsarnos
a una nueva evangelización por Ti fortalecida.
Que tu Madre acompañe a los que aceptan
Vivir y anunciar tu Palabra,
Y que su intercesión haga fecunda tu semilla.
AMEN.
-O-
BIBLIOGRAFIA
CITAS POR ORDEN DE APARICION:
Evangelio San Lucas 22,14-20
San Hipólito
San Pablo, Col 15, 35-37
San Irineo de Lyon
San Juan Damasceno
Concilio de Trento, 1638
Vaticano II, Liturgia 47 y 48
Profesor J. Cuadrupani, Fundación
De la Virgen de la Gleva, Barcelona, España.
Revista Informativa, "Esperanza de Medjugorje".
Padre Manuel Hernández,CODI, Gran Canaria, España.
Don Gabriel Amorth(Medjugorje, Turín).
Padre Pío, biografía escritor padre Ramón Ricciardi.
Plan Pastoral año 2000, año Jubileo.
Padre Stanislao, Luxemburgo.
Papa Eugenio III
San Alfonso María Ligorio
Nancy Fowler, vidente U.S.A.
Juan Vianney, Santo Cura de Ars.
Manual Oficial "Legión de María".
Fresia Castro, periodista, escritora, "El cielo está abierto"
San Pío X, decreto del 3 de Junio, 1905.
De la Taille, "El Misterio de la Fe"
Evangelio de San Juan 6, 52-60 y 9, 25
Padre Stefano Gobbi," A los sacerdotes, hijos predilectos de la Santísima Virgen"
Tesniere,"Nuestra Señora del Santísimo Sacramento"
Cap.VI Encíclica "La Eucaristía"
Padre Ernesto Postijo S. J., "María, Mujer Eucarística"
Catalina Rivas, vidente , Bolivia.
Mirjana, Ivanka, Marija, Ivan y Jacov, videntes de Medjugorje,
Yugoeslavia, desde 1981 a la fecha.
Padre Harry Peterson
Papa Paulo VI
Santa Gertrudes la Mayor
San Anselmo
San Leonardo de Puerto Mauricio
Santa Teresa de Avila
R. Padre Martín Cochem Friere " Explicación del Santo Sacrificio de la Misa".
"Piedrecita", vidente de Australia.
San Bernardo.
San Alberto Magno
Beato P. La Combiere
San Agustín
San Cipriano
San Beda, el Venerable
San Gregorio
Santa Matilde
Napoleón Bonaparte
Monseñor Jorge Medina Estévez,"Haced esto en memoria mía"
Santo Tomás de Aquino.
San Antonio Ma. Zaccaría.
San Ignacio de Loyola
Padre Alberto Hurtado.

Atte,
Alicia Marfull S.
lagospa7[arroba]hotmail.com
Chile
En el Capítulo I sobre la “ordenación de la Sagrada Liturgia” se señala que:
•    Compete a la Sede Apostólica ordenar la sagrada Liturgia de la Iglesia universal, editar los libros litúrgicos, revisar sus traducciones a lenguas vernáculas y vigilar para que las normas litúrgicas se cumplan fielmente.
•    Los fieles tienen derecho a que la autoridad eclesiástica regule la sagrada Liturgia de forma plena y eficaz, para que nunca sea considerada la liturgia como propiedad privada de alguien.
•    El Obispo diocesano es el moderador, promotor y custodio de toda la vida litúrgica. A él le corresponde dar normas obligatorias para todos sobre materia litúrgica, regular, dirigir, estimular y algunas veces también reprender.
•    Compete al Obispo diocesano el derecho y el deber de visitar y vigilar la liturgia en las iglesias y oratorios situados en su territorio, también aquellos que sean fundados o dirigidos por los citados institutos religiosos, si los fieles acuden a ellos de forma habitual.
•    Todas las normas referentes a la liturgia, que la Conferencia de Obispos determine para su territorio, conforme a las normas del derecho, se deben someter a la recognitio de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, sin la cual, carecen de valor legal.
En el Capítulo II sobre la “participación de los fieles laicos en la celebración de la Eucaristía”, se establece que:
•    La participación de los fieles laicos en la celebración de la Eucaristía, y en los otros ritos de la Iglesia, no puede equivaler a una mera presencia, más o menos pasiva, sino que se debe valorar como un verdadero ejercicio de la fe y la dignidad bautismal.
•    Se debe recordar que la fuerza de la acción litúrgica no está en el cambio frecuente de los ritos, sino, verdaderamente, en profundizar en la palabra de Dios y en el misterio que se celebra.
•    Sin embargo, no se deduce necesariamente que todos deban realizar otras cosas, en sentido material, además de los gestos y posturas corporales, como si cada uno tuviera que asumir, necesariamente, una tarea litúrgica específica; aunque  conviene que se distribuyan y realicen entre varios las tareas o las diversas partes de una misma tarea.
•    Se alienta la participación de lectores y acólitos que estén debidamente preparados y sean recomendable por su vida cristiana, fe, costumbres y fidelidad hacia el Magisterio de la Iglesia.
•    Se alienta la presencia de niños o jóvenes monaguillos que realicen un servicio junto al altar, como acólitos, y reciban una catequesis conveniente, adaptada a su capacidad, sobre esta tarea. A esta clase de servicio al altar pueden ser admitidas niñas o mujeres, según el juicio del Obispo diocesano y observando las normas establecidas.
En el Capítulo 3, sobre la “celebración correcta de la Santa Misa” se especifica sobre:
La materia de la Santísima Eucaristía
•    El pan a consagrar debe ser ázimo, de sólo trigo y hecho recientemente. No se pueden usar cereales, sustancias diversas del trigo. Es un abuso grave introducir en su fabricación frutas, azúcar o miel.
•    Las hostias deben ser preparadas por personas honestas, expertas en la elaboración y que dispongan de los instrumentos adecuados.
•    Las fracciones del pan eucarístico deben ser repartidas entre los fieles, pero cuando el número de estos excede las fracciones se deben usar sobre todo hostias pequeñas.
•    El vino del Sacrificio debe ser natural, del fruto de la vid, puro y sin corromper, sin mezcla de sustancias extrañas. En la celebración se le debe mezclar un poco de agua. No se debe admitir bajo ningún pretexto otras bebidas de cualquier género.
La Plegaria Eucarística
•    Sólo se pueden utilizar las Plegarias Eucarísticas del Misal Romano o las aprobadas por la Sede Apostólica. Los sacerdotes no tienen el derecho de componer plegarias eucarísticas, cambiar el texto aprobado por la Iglesia, ni utilizar otros, compuestos por personas privadas.
•    Es un abuso hacer que algunas partes de la Plegaria Eucarística sean pronunciadas por el diácono, por un ministro laico, o bien por uno sólo o por todos los fieles juntos. La Plegaria Eucarística debe ser pronunciada en su totalidad, y solamente, por el sacerdote.
•    El sacerdote no puede partir la hostia en el momento de la consagración.
•    En la Plegaria Eucarística no se puede omitir la mención del Sumo Pontífice y del Obispo diocesano.
Las otras partes de la Misa
•    Los fieles tienen el derecho de tener una música sacra adecuada e idónea y que el altar, los paramentos y los paños sagrados, según las normas, resplandezcan por su dignidad, nobleza y limpieza.
•    No se pueden cambiar los textos de la sagrada Liturgia.
•    No se pueden separar la liturgia de la palabra y la liturgia eucarística, ni celebrarlas en lugares y tiempos diversos.
•    La elección de las lecturas bíblicas debe seguir las normas litúrgicas. No está permitido omitir o sustituir, arbitrariamente, las lecturas bíblicas prescritas ni cambiar las lecturas y el salmo responsorial con otros textos no bíblicos.
•    La lectura evangélica se reserva al ministro ordenado. Un laico, aunque sea religioso, no debe proclamar la lectura evangélica en la celebración de la Misa.
•    La homilía nunca la hará un laico. Tampoco los seminaristas, estudiantes de teología, asistentes pastorales ni cualquier miembro de alguna asociación de laicos.
•    La homilía debe iluminar desde Cristo los acontecimientos de la vida, sin vaciar el sentido auténtico y genuino de la Palabra de Dios, por ejemplo, tratando sólo de política o de temas profanos, o tomando como fuente ideas que provienen de movimientos pseudo-religiosos.
•    No se puede admitir un “Credo” o Profesión de fe que no se encuentre en los libros litúrgicos debidamente aprobados.
•    Las ofrendas, además del pan y el vino, sí pueden comprender otros dones. Estos últimos se pondrán en un lugar oportuno, fuera de la mesa eucarística.
•    La paz se debe dar antes de distribuir la sagrada Comunión, y se recuerda que esta práctica no tiene un sentido de reconciliación ni de perdón de los pecados.
•    Se sugiere que el gesto de la paz sea sobrio y se dé a sólo a los más cercanos. El sacerdote puede dar la paz a los ministros, permaneciendo en el presbiterio, para no alterar la celebración y del mismo modo si, por una causa razonable, desea dar la paz a algunos fieles. El gesto de paz lo establece la Conferencia de Obispos, con el reconocimiento de la Sede Apostólica, “según la idiosincrasia y las costumbres de los pueblos”.
•    La fracción del pan eucarístico la realiza solamente el sacerdote celebrante, ayudado, si es el caso, por el diácono o por un concelebrante, pero no por un laico. Ésta comienza después de dar la paz, mientras se dice el “Cordero de Dios”.
•    Es preferible que las instrucciones o testimonios expuestos por un laico se hagan fuera de la celebración de la Misa. Su sentido no debe confundirse con la homilía, ni suprimirla.
Unión de varios ritos con la celebración de la misa
•    No se permite la unión de la celebración eucarística con otros ritos cuando lo que se añadiría tiene un carácter superficial y sin importancia.
•    No es lícito unir el Sacramento de la Penitencia con la Misa y hacer una única acción litúrgica. Sin embargo, los sacerdotes, independientemente de los que celebran la Misa, sí pueden escuchar confesiones, incluso mientras en el mismo lugar se celebra la Misa. Esto debe hacerse de manera adecuada.
•    La celebración de la Misa no puede ser intercalada como añadido a una cena común, ni unirse con cualquier tipo de banquete. No se debe celebrar la Misa, a no ser por grave necesidad, sobre una mesa de comedor, o en el comedor, o en el lugar que será utilizado para un convite, ni en cualquier sala donde haya alimentos. Los participantes en la Misa tampoco se sentarán en la mesa, durante la celebración.
•    No está permitido relacionar la celebración de la Misa con acontecimientos políticos o mundanos, o con otros elementos que no concuerden plenamente con el Magisterio.
•    No se debe celebrar la Misa por el simple deseo de ostentación o celebrarla según el estilo de otras ceremonias, especialmente profanas.
•    No se debe introducir ritos tomados de otras religiones en la celebración de la Misa.
En el capítulo 4, sobre la “Sagrada Comunión”, se ofrecen disposiciones como:
•    Si se tiene conciencia de estar en pecado grave, no se debe celebrar ni comulgar sin acudir antes a la confesión sacramental, a no ser que concurra un motivo grave y no haya oportunidad de confesarse.
•    Debe vigilarse para que no se acerquen a la sagrada Comunión, por ignorancia, los no católicos o, incluso, los no cristianos.
•    La primera Comunión de los niños debe estar siempre precedida de la confesión y absolución sacramental. La primera Comunión siempre debe ser administrada por un sacerdote y nunca fuera de la celebración de la Misa.
•    El sacerdote no debe proseguir la Misa hasta que haya terminado la Comunión de los fieles.
•    Sólo donde la necesidad lo requiera, los ministros extraordinarios pueden ayudar al sacerdote celebrante.
•    Se puede comulgar de rodillas o de pie, según lo establezca la Conferencia de Obispos, con la confirmación de la Sede Apostólica.
•    Así pues, no es lícito negar la sagrada Comunión a un fiel, por ejemplo, sólo por el hecho de querer recibir la Eucaristía arrodillado o de pie.  
•    Los fieles tienen siempre derecho a elegir si desean recibir la Comunión en la boca, pero si el que va a comulgar quiere recibir el Sacramento en la mano, se le debe dar la Comunión.
•    Si existe peligro de profanación, el sacerdote no debe distribuir a los fieles la Comunión en la mano.
•    Los fieles no deben tomar la hostia consagrada ni el cáliz sagrado por uno mismo, ni mucho menos pasarlos entre sí de mano en mano.
•    Los esposos, en la Misa nupcial, no deben administrarse de modo recíproco la sagrada Comunión.
•    No debe distribuirse a manera de Comunión, durante la Misa o antes de ella, hostias no consagradas, otros comestibles o no comestibles.
•    Para comulgar, el sacerdote celebrante o los concelebrantes no deben esperar que termine la comunión del pueblo.
•    Si un sacerdote o diácono entrega a los concelebrantes la hostia sagrada o el cáliz, no debe decir nada, es decir, no pronuncia las palabras “el Cuerpo de Cristo” o “la Sangre de Cristo”.
•    Para administrar a los laicos Comunión bajo las dos especies, se deben tener en cuenta, convenientemente, las circunstancias, sobre las que deben juzgar en primer lugar los Obispos diocesanos.
•    Se debe excluir totalmente la administración de la Comunión bajo las dos especies cuando exista peligro, incluso pequeño, de profanación.
•    No debe administrarse la Comunión con el cáliz a los laicos donde: 1) sea tan grande el número de los que van a comulgar que resulte difícil calcular la cantidad de vino para la Eucaristía y exista el peligro de que sobre demasiada cantidad de Sangre de Cristo, que deba sumirse al final de la celebración»; 2) el acceso ordenado al cáliz sólo sea posible con dificultad; 3) sea necesaria tal cantidad de vino que sea difícil poder conocer su calidad y proveniencia; 4) cuando no esté disponible un número suficiente de ministros sagrados ni de ministros extraordinarios de la sagrada Comunión que tengan la formación adecuada; 5) donde una parte importante del pueblo no quiera participar del cáliz por diversos motivos.
•    No se permite que el comulgante moje por sí mismo la hostia en el cáliz, ni reciba en la mano la hostia mojada. La hostia que se debe mojar debe hacerse de materia válida y estar consagrada. Está absolutamente prohibido el uso de pan no consagrado o de otra materia.
En el capítulo 5, sobre “otros aspectos que se refieren a la Eucaristía”, se aclara que:
•    La celebración eucarística se ha de hacer en lugar sagrado, a no ser que, en un caso particular, la necesidad exija otra cosa.
•    Nunca es lícito a un sacerdote celebrar la Eucaristía en un templo o lugar sagrado de cualquier religión no cristiana.
•    Siempre y en cualquier lugar es lícito a los sacerdotes celebrar el santo sacrificio en latín.
•    Es un abuso suspender de forma arbitraria la celebración de la santa Misa en favor del pueblo, bajo el pretexto de promover el “ayuno de la Eucaristía”.
•    Se reprueba el uso de vasos comunes o de escaso valor, en lo que se refiere a la calidad, o carentes de todo valor artístico, o simples cestos, u otros vasos de cristal, arcilla, creta y otros materiales, que se rompen fácilmente.
•    La vestidura propia del sacerdote celebrante es la casulla revestida sobre el alba y la estola. El sacerdote que se reviste con la casulla debe ponerse la estola.
•    Se reprueba no llevar las vestiduras sagradas, o vestir solo la estola sobre la cogulla monástica, o el hábito común de los religiosos, o la vestidura ordinaria.
En el capítulo 6, el documento trata sobre “la reserva de la Santísima Eucaristía y su culto fuera de la Misa”. Se recuerda que:
•    El Santísimo Sacramento debe reservarse en un sagrario, en la parte más noble, insigne y destacada de la iglesia, y en el lugar más apropiado para la oración.
•    Está prohibido reservar el Santísimo Sacramento en lugares que no están bajo la segura autoridad del Obispo o donde exista peligro de profanación.
•    Nadie puede llevarse la Sagrada Eucaristía a casa o a otro lugar.
•    No se excluye el rezo del rosario delante de la reserva eucarística o del santísimo Sacramento expuesto.
•    El Santísimo Sacramento nunca debe permanecer expuesto sin suficiente vigilancia, ni siquiera por un tiempo muy breve.
•    Es un derecho de los fieles visitar frecuentemente el Santísimo Sacramento.
•    Es conveniente no perder la tradición de realizar procesiones eucarísticas.
El capítulo 7 versa sobre “los ministerios extraordinarios de los fieles laicos”. Allí el documento especifica que:
•    Las tareas pastorales de los laicos no deben asimilarse demasiado a la forma del ministerio pastoral de los clérigos. Los asistentes pastorales no deben asumir lo que propiamente pertenece al servicio de los ministros sagrados.
•    Solo por verdadera necesidad se puede recurrir al auxilio de ministros extraordinarios en la celebración de la Liturgia.
•    Nunca es lícito a los laicos asumir las funciones o las vestiduras del diácono o del sacerdote, u otras vestiduras similares. 
•    Si habitualmente hay un número suficiente de ministros sagrados, no se pueden designar ministros extraordinarios de la sagrada Comunión. En tales circunstancias, los que han sido designados para este ministerio, no deben ejercerlo.
•    Se reprueba la costumbre sacerdotes que, a pesar de estar presentes en la celebración, se abstienen de distribuir la comunión, encomendando esta tarea a laicos.
•    Al ministro extraordinario de la sagrada Comunión nunca le está permitido delegar en ningún otro para administrar la Eucaristía.
•    Los laicos tienen derecho a que ningún sacerdote, a no ser que exista verdadera imposibilidad, rechace nunca celebrar la Misa en favor del pueblo, o que ésta sea celebrada por otro sacerdote, si de diverso modo no se puede cumplir el precepto de participar en la Misa, el domingo y los otros días establecidos.
•    Cuando falta el ministro sagrado, el pueblo cristiano tiene derecho a que el Obispo, en lo posible, procure que se realice alguna celebración dominical para esa comunidad.
•    Es necesario evitar cualquier confusión entre este tipo de reuniones y la celebración eucarística.
•    El clérigo que ha sido apartado del estado clerical está prohibido de ejercer la potestad de orden. No le está permitido celebrar los sacramentos. Los fieles no pueden recurrir a él para la celebración.
El capítulo 8 está dedicados a los Remedios:
•    Cualquier católico tiene derecho a exponer una queja por un abuso litúrgico, ante el Obispo diocesano o el Ordinario competente que se le equipara en derecho, o ante la Sede Apostólica, en virtud del primado del Romano Pontífice.
Para leer el texto completo puede visitar:
http://www.aciprensa.com/Docum/redemptoris04.htm



pregunta sobre el pecado de no ir a misa
Pregunta hecha por RAUL GARCIA el día 1/18/2009:   

ando tratondo de buscar en el catecismo catolico en el numeral.el pecado que cometemos al no acistir a misa .me puede ayudar. gracias
Respuesta por Fr. Luis Rodriguez el día 1/28/2009:
Por favor, no leas el Catecismo como un libro de "leyes" o "reglas". Ni tampoco lo leas como fuente de instrucción negativa - o sea - "No hagas esto, no hagas lo otro". La Iglesia tiene como fin enseñar el Evangelio de Cristo de forma positiva, para que nos motivemos a recibirlo con fe apoyada por nuestra razon. El Evangelio de Cristo es razonable y nos quiere abrir a pensar de manera diferente. No es cuestión de "limitaciones" - lo que no podemos hacer, sino es un Evangelio de "posibilidades" lo que podemos hacer en unión a Cristo. Por lo tanto, El Catecismo es una enseñanza íntegra que usa los medios pedagógicos (de como enseñar) sistemáticos (no a lo bruto sino dato por dato). El Primer Mandamiento de Dios (Catecismo 2084 y siguientes) nos motiva a ver que Dios nos amó primero y a El le debemos amor porque es justo que le devolvamos amor. El Tercero Mandamiento de Dios (Catecismo 22168 y siguientes) nos explica que si Dios nos amó y nosotros amamos a Dios y Dios nos pide que le demos culto - guarda el día del Señor - entonces debemos hacerlo con todo afán y entrega. En el Catecismo 2177 y 2178 podemos ver la motivación que desde el tiempo de San Pablo hemos recibido en seguir celebrando al Liturgia de la Eucaristía. En 2175 vemos como nos explica después de leer los Hechos de los Apóstoles, como el rito Cristiano re-emplaza el rito judío. Entonces para no alargar esta respuesta, Si Dios nos pidó darle culto, y somos Cristianos y la liturgia de la Eucaristía en Domingo (día de la Resurrección) es el culto que los Cristianos rendimos a Dios, ¿No es pecado mortal faltar a Dios cuando faltamos a la Santa Misa? El Pecado contra la Santa Misa es siempre una falta contra Dios. Y si es contra Dios entonces también es pecado contra la asamblea de los Cristianos que nos esperan porque Dios nos dijo "ama a tu prójimo como a tí mismo". ¿Es o no pecado mortal faltar a la Santa Misa? ¡Por supuesto que SI lo es y más cuando es por vaganacia y negligencia y pero aun cuando los Cristianos de la Santa Madre Iglesia se van de apóstatas a otras denominaciones que no creen en la Palabra de Dios que nos enseña la Verdad de la Eucaristía! "Yo soy el Pan de Vida. El que COMA MI CUERPO y BEBA MI SANGRE tiene vida eterna." Esto no es cosa figuritva ni simbólica pues así lo establece el capítilo 6 de San Juan. Al final nos dice muchos dejaron de caminar con Jesús pues no pudieron aceptar dicha enseñanza. Jesús los dejó ir y por siempre se ausentaron de la Eucaristía. Cuidado, los evangélicos y protestantes que dicen que el Pan de Vida es solo una "comunión espiritual", como de los aires, por negar la Sagrada Hostia, cometen un grave pecado de blasfemia. Y el que conoce esto y les sigue por buscar un culto que entretiene comete Apostasía, un grave pecado. Por favor, guarda esta respuesta, imprímela y compártela con los Cristianos de nuestra Iglesia Católica y los evangélicos y fundamentalistas bíblicos que conozcas.

COPYRIGHT 2009
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http://www.ewtn.com/vexperts/showmessage.asp?Pgnu=2&Pg=Forum23&recnu=38&number=566623

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                                                        Ordinario de la Santa Misa
I. RITO DE INTRODUCCIÓN
Antífona de Entrada
Celebrante.- En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
TODOS.- Amén.
1.- SALUDO.
1ª. Forma:
C. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.
T.- Y con tu Espíritu.
2.- ACTO PENITENCIAL.
El sacerdote invita a los fieles al arrepentimiento.
C.- Hermanos, para disponernos a celebrar estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.
1ª. Forma;
Se hace una breve pausa en silencio. Luego hacen todos en común la confesión de sus pecados.
Yo confieso ante Dios todo poderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión;
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos, y a ustedes hermanos, que intercedáis por mí ante Dios Nuestro Señor.
C.- El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
T.- Amén.
C.- Señor, ten piedad.
T.- Señor, ten piedad.
C.- Cristo, ten piedad.
T.- Cristo, ten piedad.
T.- Señor, ten piedad.
C.- Señor ten piedad.
3.- GLORIA.
4.- ORACIÓN COLECTA.

II. LITURGIA DE LA PALABRA.
1.- PRIMERA LECTURA.
2.- SALMO ALELUYA.
3.- EVANGELIO.
4.- CREDO.
Creo en un solo Dios.
Padre todo poderoso, creador del cielo y la Tierra.
De todo lo visible y lo invisible.
Creo en un sólo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero, de Dios verdadero.
En engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre por quien todo fue hecho; que  por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo, se encarnó de María Virgen y se hizo hombre.

Y por nuestra causa fue crucificado, en los tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos y su Reino no tendrá fin.
Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y Dador de Vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una Santa Católica y Apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro Amén.
5.- ORACIÓN DE LOS FIELES.
III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA OFRENDA DEL PAN.
C.- Bendito seas, Señor Dios del universo, por éste pan, fruto de la tierra y del Trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos, él será para nosotros pan de vida.
T.- Bendito deas por siempre, Señor.
OFRENDA DEL VINO.
C.- Bendito seas, Señor Dios de Universo, por éste vino, fruto de la vida y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos, él será para nosotros bebida de salvación.
T.- Bendito seas por siempre, Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.
Prefacio
C.- El Señor éste con vosotros.
T.- Y con tu espíritu.
C.- Levantemos el corazón.
T.- Lo tenemos levantado hacia el Señor.
C.- Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
T.- Es justo y necesario…
Hay prefacios opcionales.
De acuerdo al mensaje.
ORACIÓN EUCARÍSTICA II
Este es el Sacramento de nuestra Fe.
O bien: Misterio de Fe.
IV RITO DE COMUNIÓN
Padre Nuestro.
C.- Fieles a la recomendación del Salvador, y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:
O bien:

Unidos en el amor de Cristo, por el Espíritu Santo que hemos recibido, dirijámonos al Padre con la oración que el Señor nos enseñó:
O bien:
Oremos confiadamente al Padre con las palabras que nos enseñó nuestro Salvador:
T.- Padre Nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu nombre;
Venga a nosotros tú Reino;
Hágase tu voluntad en la Tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
Perdona nuestras ofensas;
Como también nosotros perdonamos
A los que nos ofenden;
Y no nos dejes caer en la tentación
Y líbranos del mal.
C.- Líbranos, Señor de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia, vivamos libres de pecado y protegidos de toda perturbación, y aguardando la venida gloriosa de Jesucristo, nuestra esperanza.
El pueblo concluye la oración, diciendo:
T.- ¡Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor!
UNIÓN DE PAZ
C.- Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”, no tomes en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
T.- Amén.
C.- La paz del Señor sea siempre con vosotros.
T.- Y con tu espíritu.
C.- Daos fraternalmente la paz.
FRACCIÓN DEL PAN
El sacerdote deja caer en el cáliz una parte de la hostia, en señal de la resurrección de Jesucristo, diciendo:
C.- Que el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en éste cáliz, sean prenda de vida
eterna par quienes vamos a recibirlos.

Mientras tanto se canta o se dice:
T.- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo:
Ten piedad de nosotros.
T.- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo:
Ten piedad de nosotros.
T.- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo:
Danos la paz.
C.- Señor Jesucristo, hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre y cooperación del Espíritu Santo, diste con tu muerte vida al mundo, líbrame por éste tú Cuerpo y ésta tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal, concédeme vivir siempre apegado a tus mandamientos y jamás permitas que me separe de Ti.
O bien:
Señor Jesucristo, que ésta comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre que me atrevo a recibir no sea para mí, causa de condenación, sino que por tu piedad me aproveche  para defensa de alma y cuerpo y como remedio saludable.
El sacerdote hace genuflexión, toma la hostia y, sosteniéndola un poco elevada sobre la patena, vuelto hacia el pueblo, dice en voz alta:
C.- Éste es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
T.- Señor yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma.
COMUNIÓN 
El sacerdote comulga el cuerpo y la sangre de Cristo. Después toma la patena o el copón, se acerca a los que van a comulgar, presenta a cada uno de ellos la hostia y elevándola un poco, dice:
C.- El cuerpo de Cristo.
T.- Amén.
ANTÍFONIA DE LA COMUNIÓN
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 V.- RITO DE DESPEDIDA
C.- El Señor esté con vosotros.
T.- Y con tu espíritu.
El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:
C.- La Bendición de Dios todo poderoso, Padre+, Hijo+ y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros.
T.- Amén.
C.- Vayamos en paz. La Misa ha terminado.
T.- Demos gracias a Dios.


LA MISA LAS RESPUESTA, Y POSTURAS DEL CUERPO Y LAS MANOS PARA ADORAR EL SEÑOR

LA MISA: (LA CENA PASCUAL, EL SACRIFICIO, EL BANQUETE) 
FUNDAMENTO  BIBLICO DE LA MISA:  
Por el Dr. Scott Hahn, de su libro «La Cena del Cordero».



Cada Misa empieza de la misma manera. Nos persignamos y decimos, “En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”. Veremes el porqué de esto después.
Por ahora, notemos que la señal de la cruz empezó con los apóstoles, que “sellaron” a los nuevos bautizados trazando este signo en sus frentes. (cfr. Ef.1.13; Apoc. 7:3).
Las palabras que rezamos cuando nos santiguamos vienen directamente de los labios de Jesús. De hecho, son de las últimas palabras que dirigió a sus apóstoles (cfr. Mt. 28:19).
Continuando con la Misa, el sacerdote nos saluda. Él habla y nosotros respondemos, con palabras de la Biblia. Él dice: “El Señor esté con ustedes”, y decimos, “Y con tu espíritu” (cfr. 2 Tim. 4:22).
En la Escritura, estas palabras son la promesa de la presencia, la protección y la ayuda del Señor (cfr. Ex. 3:12; Lc. 1:28). El sacerdote puede optar por otro saludo, como, “la gracia de Nuestro Señor Jesucristo…” siempre también palabras sacadas de la Biblia (cfr. 2 Cor. 13:13; Ef. 1:2).
La Misa continua así, como un diálogo entre los fieles y Dios, mediado por el sacerdote. Lo que llama la atención—y raras veces reconocemos—es que esta conversación es hecha casi completamente con el lenguaje de la Biblia.
Cuando imploramos, “Señor, ten piedad”, nuestro llanto pidiendo socorro y perdón hace eco de la Escritura (cfr. Sal. 51:1; Bar. 3:2; Lc. 18:13, 38,39). Cuando glorificamos a Dios, entonamos el himno que los ángeles cantaron la primera nochebuena (Cfr. Lc. 2:14).
Hasta el Credo y las Plegarias Eucarísticas están compuestos de palabras y frases bíblicas. Preparándonos para arrodillarnos ante el altar, cantamos otro himno angelical de la Bi­blia, “Santo, Santo, Santo…” (cfr. Is. 6:3; Apoc. 4:8).
Nos juntamos al salmo triunfante de los que le dieron la bienvenida a Jesús en Jerusalén: “Hosanna, Bendito él que viene…” (cfr. Mc. 11:9-10). En el corazón de la Misa, escucha­mos las palabras de Jesús en la Última Cena (cfr. Mc. 14:22-24).
Después, oramos a nuestro Padre en las palabras que Nuestro Señor nos dio (cfr. Mt. 6:9-13). Lo reconocemos con las palabras de San Juan el Bautista: “He ahí el Cordero de Dios…” (cfr. Jn. 1:29,36).
Y antes de recibirlo en la comunión, confesamos que no somos dignos en las palabras del centurión que pidió la ayuda de Jesús (cfr. Lc. 7:7).
Lo que decimos y escuchamos en la Misa nos viene de la Biblia. Y lo que “hacemos” en la Misa, lo hacemos porque se hacía en la Biblia. Nos arrodillamos (cfr. Sal. 95:6; Hech. 21:5) y cantamos himnos (cfr. 1 Mac. 10:7, 38; Hech. 16:25); nos ofrecemos la señal de la paz (cfr. 1 Sam. 25:6; 1 Tes. 5:26).
Nos juntamos alrededor de un altar (cfr. Gen. 12:7; Ex. 24: 4; 2 Sam. 24:25; Apoc. 16:7), con incienso (cfr. Jer. 41:5; Apoc. 8:4), servido por sacerdotes (cfr. Ex. 28:3-4; Apoc. 20:6). Ofrecemos una acción de gracias con pan y vino (cfr. Gen. 14:18; Mt. 26:26-28).
Desde la primera señal de la cruz hasta el último amén (cfr. Neh. 8:6; 2 Cor. 1:20), la Misa es un tapiz de sonidos y sensaciones, tejido con palabras, acciones y accesorios tomados de la Biblia.
Nos dirigimos a Dios en las palabras que Él mismo nos ha dado por medio de los autores inspirados de la Sagrada Escritura. Y Él a su vez, viene a nosotros, instruyéndonos, ex­hortándonos y santificándonos, siempre por la Palabra Viva de la Escritura.





RESPUESTAS DE LOS FIELES EN LA SANTA MISA
1.- En el nombre del Padre... AMÉN
2.- La gracia... Y CON TU ESPÍRITU
Acto penitencial
3.- Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego ante Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
4.- Dios todopoderoso... a la vida eterna. AMÉN
5.- Señor, ten piedad. SEÑOR TEN PIEDAD
Cristo ten piedad. CRISTO, TEN PIEDAD
Señor, ten piedad. SEÑOR TEN PIEDAD
6.- Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
7.- Oremos. Al final de la oración: AMÉN
Liturgia de la palabra
8.- Primera lectura y segunda lectura. Al final de cada lectura, el lector dice: Palabra de Dios. Todos aclaman: TE ALABAMOS SEÑOR.
9.- Evangelio. El señor esté con vosotros. Y CON TU ESPÍRITU. Lectura del Santo Evangelio según san N. GLORIA A TÍ, SEÑOR. Acabado el evangelio se dice: Palabra del Señor. Todos aclaman: GLORIA A TÍ, SEÑOR JESÚS. (Homilía)
10.- Profesión de fe.
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de Vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo reciben una misma adoración y gloria. Y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
11.- Liturgia eucarística 
Bendito seas Señor... BENDITO SEAS POR SIEMPRE SEÑOR.
12.- Orad hermanos... EL SEÑOR RECIBA DE TUS MANOS ESTE SACRIFICIO PARA ALABANZA Y GLORIA DE SU NOMBRE, PARA NUESTRO BIEN, Y EL DE TODA SU SANTA IGLESIA.
Oración sobre las ofrendas.
Por Jesucristo Nuestro Señor. AMÉN
Plegaria eucarística
13.- El Señor esté con vosotros... Y CON TU ESPÍRITU. Levantemos el corazón... LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR. Demos gracias al Señor, nuestro Dios... ES JUSTO Y NECESARIO.
14.- SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR, DIOS DEL UNIVERSO. LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU GLORIA. HOSANNA EN EL CIELO. BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR. HOSANNA EN EL CIELO.
Durante la consagración, mientras no se diga lo contrario, los fieles están de rodillas.
15.- ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN, ¡VEN SEÑOR JESÚS!
Al final de la plegaria eucarística, el sacerdote toma la patena con el pan consagrado y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice: (MUCHO CUIDADO,  SOLO EL SACERDOTE)
Por Cristo, con él y en él, a ti Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama: AMÉN.
Rito de la Comunión
16.- Fieles a la recomendación del Salvador... nos atrevemos a decir: PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE; VENGA A NOSOTROS TU REINO; HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO. DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA; PERDONA NUESTRAS OFENSAS, COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN; NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN, Y LÍBRANOS DEL MAL.
17.- Líbranos de todos los males, Señor... TUYO ES EL REINO, TUYO EL PODER Y LA GLORIA, POR SIEMPRE, SEÑOR. (1 cronica: 29,11)
18.- Señor Jesucristo, que dijiste... AMÉN.
19.- La paz del Señor esté con vosotros. Y CON TU ESPÍRITU.
20.- CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS. CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS. CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, DANOS LA PAZ.
21.- SEÑOR, NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANARME.
22.- El cuerpo de Cristo. AMÉN
23.- Oración después de la comunión.
Por Jesucristo Nuestro Señor. AMÉN.
24.- El Señor esté con vosotros. Y CON TU ESPÍRITU.
25.- La bendición de Dios Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre vosotros. AMÉN. Podéis ir en paz. DEMOS GRACIAS A DIOS.
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POSTURAS QUE DEBEN OBSERVAR LOS FIELES EN LA CELEBRACIÓN DE LA SANTA MISA, SEGÚN LA ORDENACIÓN GENERAL DEL MISAL ROMANO, Nº 21.
1. Desde el principio hasta el comienzo de la Liturgia de la palabra: DE PIE.
2. Durante las lecturas que preceden al Evangelio y el salmo responsorial: SENTADOS.
3. Durante el canto del Aleluia que precede al Evangelio y durante la proclamación del mismo:
DE PIE.
4. Durante la homilía: SENTADOS.
5. Durante la profesión de fe (Credo) y la oración de los fieles: DE PIE.
6. Mientras se hace la preparación de los dones en el ofertorio, hasta el "Orad, hermanos" inclusive: SENTADOS.
7. Desde que comienza la «oración sobre las ofrendas» hasta el momento de la consagración:
DE PIE.
8. Durante la consagración, DE RODILLAS, «a no ser que lo impida la estrechez del lugar, la aglomeración de la concurrencia o cualquier otra causa razonable».
9. Terminada la consagración y la elevación del cáliz, con la genuflexión del sacerdote, hasta el final de la misa:
DE PIE.
10. Pero, "según la oportunidad, a lo largo del sagrado silencio que se observa después de la comunión", SENTADOS.