HIJOS MÍOS, LA ORACIÓN,
EL AYUNO Y LA PENITENCIA, OS FORTALECERÁ EL ESPÍRITU PARA QUE PODÁIS
RESISTIR LAS TENTACIONES Y ATAQUES DE LOS ESPÍRITUS MALIGNOS!
MARZO 07 DE 2017 - 4: 10 P.M.
LLAMADO URGENTE DE JESÚS SACRAMENTADO A LA HUMANIDAD
Hijos míos, mi paz esté con vosotros
Se acerca mi próxima venida,
el Hijo del Hombre vendrá Glorioso a reinar a su pueblo fiel. Muy pronto
el sonido de las trompetas volverá a escucharse y os anunciará que el
tiempo de justicia divina ha comenzado. Fenómenos celestiales nunca
antes vistos por ojo alguno, serán la señal que reafirmarán que todo se
ha consumado en su totalidad y que ha llegado el tiempo de la oración,
el ayuno y la penitencia. Tiempo de recogimiento como preparación a los
días de purificación de la humanidad y la creación.
No os alarméis, ni entréis en
pánico, más bien poned toda vuestra confianza y esperanza en el Señor y
alegraos porque se acerca mi próxima venida. En los días de purificación
de la creación, conservad la calma y alabad la Gloria de Dios con
salmos y cánticos de alabanza, dándole gracias por su eterno amor y
misericordia. La alabanza aplacará la Justa Ira de mi Padre en aquellos
días de justicia y os ayudará a conservar la calma y la paz cuando os
sintáis atribulados, hacedla con fe.
Se acercan hijos míos los días
de combate espiritual, donde debéis de estar fortalecidos en la fe,
caminando como hijos de la luz y batallando como buenos soldados. En los
momentos de crisis invocad el poder de mi Sangre y de mis llagas y no
bajéis la guardia con la oración, porque bien sabéis que mi adversario
no descansa y siempre estará buscando la forma de haceros caer.
Hijos míos, la oración, el
ayuno y la penitencia, os fortalecerá el espíritu para que podáis
resistir las tentaciones y ataques de los espíritus malignos. Acordaos
que estas fuerzas del mal, sólo las podéis vencer si tenéis vuestra fe
puesta en Mí y si estáis en oración, ayuno y penitencia. Sabed pues que
vais a estar atacados y que debéis de cerrar lo más pronto posible toda
puerta espiritual de pecado que tengáis abierta. Acordaos que debéis de
confesar y reparar todo pecado mortal que hayáis cometido, porque si no
reparáis por el pecado cometido, éste no quedará plenamente borrado. La
falta de reparación por los pecados mortales, hace que a muchas almas se
les prolongue la estadía en el purgatorio cuando lleguen a la
eternidad.
La confesión y reparación por
los pecados, cierra las puertas espirituales abiertas y deja a los
demonios incapacitados para ejercer dominio y control sobre las almas.
De nuevo os digo, haced buenas confesiones de vida y reparad por todos
los pecados mortales que a lo largo de vuestra vida hayáis cometido.
Visitadme en el Sagrario y hacedme reparación por vuestros pecados,
orando con las horas de mi pasión, o haciendo mi Rosario de la
Misericordia, o el Rosario de mis Llagas o haciendo el Rosario de mi
Preciosa Sangre. Cada visita que me hagáis haciendo cuanto os digo, os
servirá para reparar vuestros pecados. También podéis reparar haciendo
obras de caridad con vuestros hermanos más necesitados u orando con el
Rosario de mi Madre y ofreciéndolo por el eterno descanso de las
benditas almas del purgatorio.
Tened pues hijos míos en
cuenta todo cuanto os estoy diciendo, para que vuestras puertas
espirituales abiertas queden cerradas y podáis repeler los ataques de
los espíritus malignos. Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y
convertíos porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado
Dad a conocer mis mensajes hijos míos, a toda la humanidad