SAGRADOS CORAZONES DE JESUS Y MARIA

SAGRADOS CORAZONES DE JESUS Y MARIA
LOS AMO (hasta jamas por siempre en la Eternidad))

martes, 15 de enero de 2013

LO QUE SE DEBE Y NO HACER EN LA MISA EUCARISTICA

SE DEBE:
  • Realizar los trabajos  de la casa, trabajo, u oficio, que no interfieran con la Celebración, dejando para posterior. 
  • Con la vestir con la Vestimenta adecuada, que cubra el cuerpo evitando mostrar atuendos, peinados, accesorios.
  • Llegar Temprano, con la preparación ante el Santísimo.
  • LA REVERENCIA
  • LA SOLEMNIDAD 
  • VER LA VERDADERA PRESENCIA DE JESUSCRISTO HECHE DIOS EN LA HOSTIA CONSAGRADA.


http://www.apostolesdelapalabra.org/2013/07/lo-que-se-sigue-haciendo-mal-al-celebrar-la-misa/ 

Lo que se sigue haciendo mal al celebrar la Misa

misaEs cierto que, gracias a Dios, los desmanes y desastres que se llevaron a cabo en los primeros años siguientes al Concilio Vaticano II en cuestiones litúrgicas, han remitido mucho. Pero a pesar de todo, aún se siguen haciendo mal muchas cosas. Fundamentalmente por ignorancia. Por eso, no está de más reseñar algunas de esas cosas más frecuentes que son contrarias a lo que se debe hacer.

Algunos sacerdotes siguen celebrando la Misa sin los ornamentos debidos. Y es frecuente, especialmente en verano, que el sacerdote no se revista con la casulla y celebre sólo con la estola sobre el alba.
Mayoritariamente, no se guarda el silencio en la oración colecta, tal y como está indicado. Aquí vemos hasta qué punto se ha perdido el sentido del silencio y estamos imbuidos de una cultura de la prisa.
Está muy generalizado el uso de cantos inapropiados, faltos de calidad musical y con letras ajenas a la riqueza de la Sagrada Escritura.
Es muy frecuente ver cómo se sustituye el salmo responsorial por una canción que no tiene nada que ver. El caso es “meter algo nuestro”, como si fuera mejor y más importante que la palabra de Dios.
Hay muchas cuestiones que manifiestan una deficiente comprensión de la dignidad que se ha de dar precisamente a la Palabra de Dios. No se debería consentir proclamar las lecturas a quienes, incluso con muy buena intención carecen de las cualidades propias para ello. Abundan los lectores poco o mal preparados. No se les entiende, pronuncian mal, comienzan diciendo: “Primera lectura”, o, “Salmo responsorial”, o, “segunda lectura”. También terminan con un “es palabra de Dios” que, poco a poco, parece que ha de ser enriquecido para ser más original, llegando a escucharse en alguna ocasión: “Hermanos, esto que hemos escuchado es Palabra de Dios”. La razón por la que se dice solamente “Palabra de Dios” es porque es una aclamación; no se trata de informar a los fieles (éstos ya saben que lo leído es Palabra de Dios). Pero en ello, como en todo, la principal responsabilidad es de los sacerdotes que no enseñan ni corrigen.
Los sacerdotes permiten que se hagan en el ofertorio ofrendas que no son apropiadas. Los primeros dones en ser presentados han de ser siempre el pan y el vino. Luego el dinero u otras aportaciones para la Iglesia o los necesitados. También se pueden llevar la patena y el cáliz y lo necesario para la celebración eucarística. En cambio no tiene sentido llevar objetos diversos (catecismos, biblias, trabajos manuales hechos en la catequesis, juguetes, etc., que luego se recoge). Lo que se lleva ha de ser verdadera ofrenda. Tampoco conviene hacer ofrendas en número excesivo y resaltar indebidamente y de forma exagerada, un rito que por su naturaleza debe ser breve y sobrio.
No es correcto que los sacerdotes en el ofertorio, ofrezcan conjuntamente el pan y el vino. El presentar el pan y el vino separadamente y con su respectiva oración forma parte del significado de cada uno de esos dones y no se debe “simplificar” haciéndolo conjuntamente.
Muchos celebrantes suprimen arbitrariamente el lavabo. El rito del lavarse las manos expresa en ese símbolo, la necesidad de pureza de corazón para ofrecer el Sacrificio. No es algo optativo sino algo mandado. Pero se ha prescindido tanto de él que, incluso los que preparan lo necesario para la Misa, directamente no lo ponen o piensan que cada sacerdote decide si se usa o no.
Los fieles no se arrodillan durante la consagración. La costumbre de no arrodillarse muestra la ignorancia sobre lo que está sucediendo en el altar, y el desconocimiento de la forma correcta de comportarse ante Dios. Es un signo de falta de fe. Las normas litúrgicas dicen que los fieles estarán de rodillas, al menos en el momento de la consagración, a no ser que por alguna causa justificable no puedan. Pero quienes no puedan arrodillarse que hagan una inclinación profunda. Son para pensar estas palabras de Ratzinger: «Quien participe en la Eucaristía, orando con fe, tiene que sentirse profundamente conmovido en el instante en el que el Señor desciende y transforma el pan y el vino, de tal manera que se convierten en su Cuerpo y en su Sangre. Ante este acontecimiento, no cabe otra reacción posible que la de caer de rodillas y adorarlo. La consagración es el momento de la gran acción de Dios en el mundo, por nosotros» (J. Ratzinger, El espíritu de la liturgia, Madrid 2001, p. 237.).
Es frecuente que en ciertas celebraciones, como determinadas fiestas locales en las que participan autoridades civiles, haya quienes asistan y que no sean creyentes. Un signo de respeto hacia la fe de los creyentes es adoptar en cada momento las posturas y gestos propios de la celebración y, por tanto, arrodillarse también en el momento de la consagración. De la misma manera que, por respeto a la fe de los musulmanes, cuando uno visita una mezquita se descalza. Sería una hipocresía invocar el respeto a la fe del Islam para un comportamiento y no respetar la fe de los católicos. Nadie obliga a asistir a la celebración de la Misa. Pero si se asiste, aunque uno no sea católico, por respeto y consideración a los católicos y a su fe, deberá hacerlo siguiendo el modo establecido en los distintos momentos de la celebración.
Continuamos señalando más cosas que se hacen mal y deben corregirse. El celebrante parte el pan al pronunciar las palabras de la consagración. La fracción del cuerpo de Cristo tiene su lugar propio en el “Cordero de Dios”.
El sacerdote,  a no ser por imposibilidad física, debe hacer genuflexión tanto después de consagrar el pan como después de consagrar el vino.
Se resalta en exceso el momento de la paz con un canto largo que lleva además o bien a suprimir el canto del “Cordero de Dios” o a infravalorar este signo cuando no se canta sino que se recita. Ya se ha indicado suficientemente lo relativo a la algarabía que suele ocasionar el momento de la paz, así que no insistiremos sobre el tema.
Los ministros extraordinarios administran la comunión en la celebración de la Eucaristía, no habiendo real necesidad para ello. Sólo si hubiera tal cantidad de fieles para comulgar que la celebración se alargara de un modo excesivo se ha de recurrir a la ayuda del ministro extraordinario de la comunión.
No se observan unos minutos de sagrado silencio después de la comunión. Sorprende que se dedique tiempo a los cantos, que el sacerdote se alargue en la homilía y, luego, entren las prisas por acabar y apenas dispongamos de un tiempo para dar gracias a Jesús que está en nosotros. Refiriéndose a este momento de silencio, dice Ratzinger: «es el momento para un diálogo íntimo con el Señor, que se nos ha dado; es el momento para entrar en el proceso de comunicación sin el cual la comunión exterior se convierte en un puro rito y en algo estéril» (J. Ratzinger, El espíritu de la liturgia, Madrid 2001, p. 235.).
En fin, son muchos los temas y puntos en los que se ha de poner un mayor empeño por cuidar este bien común que es la Eucaristía con la humildad de sabernos servidores y no dueños de la misma. Confiemos en que esa profunda humildad y obediencia a lo que legítimamente determina la Iglesia sea la actitud adoptada por todos los fieles, de modo que procuremos conocer y dar a conocer, cuanto debemos observar en las celebraciones litúrgicas.
Milenko Bernadic


http://infocatolica.com/blog/friocaliente.php









LO QUE  NO  DEBE HACER :

  • LOS NOVIOS NO PERMANEZCAN ABRAZADOS.
  • DARSE BESOS INADECUADOS.
  • LLEVAR LENTES NO MEDICADOS( OSCUROS)
  • LLEVAR SOMBREROS, GORRAS, PEINADOS EEXÓTICOS
  • CRUZAR LAS PIERNAS.
  • LOS BRAZOS MANTENERLOS CRUZADOS EN LAS ORACIONES.
  • ESTAR MASTICANDO CHICLES, COMIENDO, TOMANDO ALIMENTOS, SOLO EN CASO DE URGENCIA AGUA.
  • EN LA HORA DE LA MISA SOLO LA ATENCION ESTA EN EL ALTAR NO EN OTRO LUGAR DE LA PARROQUIA.
  • BIEN VESTIDO , DECENTEMENTE SIN QUE ESTO SEA UN FOCO DE ATENCIÓN HACIA LAS DEMÁS PERSONAS FELIGRESES.
  • TOCAR EL ALTAR Y LAS COSAS SAGRADAS.
  • APLAUDIR  POR ES EL RENOVAR DE LA SAGRADA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
  • RECIBIR LA  COMUNIÓN EN LAS MANOS, MAS BIEN DEJARSE ALIMENTAR POR LAS MANOS DEL SACERDOTE, COMO PRESENCIA DE NUESTRO DIOS-HOMBRE JESUS.
  • NO BAILAR EN LA EUCARISTIA, ES SOLEMNE, ADORACIÓN, REPARACIÓN.
  • NO COMULGAR ESPIRITUALMENTE, ESTANDO EN PECADO MORTAL.JAMAS.

Por parte de los:

CAOS EN LA LITURGIA 

Hijo mío, es tiempo de tomar de nuevo la pluma en la mano para escribir, hablemos aún de caos, pero de caos en la Liturgia.
Los cristianos deben buscar la unidad en todas las cosas. Todo lo que los lleva a estar sólida y santamente unidos entre ellos, para ser "una sola cosa" como Yo lo soy con mi Padre, es bueno; he aquí pues la Iglesia, que por Voluntad Divina los une en una gran familia, la familia de los hijos de Dios, y en la Iglesia, para mejor solidificar y cuidar esta unión, he ahí las Diócesis y las Parroquias, y en las Diócesis y en las Parroquias la unidad es buscada, y querida y mantenida mediante la Liturgia, que es el respiro a través del cual el Cuerpo Místico alimenta la propia vida; es el medio a través del cual el Cuerpo Místico es alimentado con las Palabras de Verdad y con los Sacramentos, generadores de Gracia, es decir, de Vida Divina.
El Cuerpo Místico en sí y por sí es estupendo porque no carece de nada para conservarse, crecer y desarrollarse, dando gloria, riqueza de energías y potencia espiritual, a quien esto quiere…
La Iglesia es, sí, perfecta, pero no está exenta de las insidias de las potencias del mal, que no dejan nada de intentar para llevar desorden, desviaciones, abusos, envidias, celos y otros males, todos aptos para crear caos, por lo que en mi Santuario, la Liturgia, de medio de unidad, bajo el influjo de la soberbia, que es siempre radix omnium malorum, se convierte en medio de división.
Presunción y rebelión
He aquí un cisma que parte de razones litúrgicas, aunque debajo de éstas anidan otras;
en la distribución de la Santa Comunión la presunción y la rebelión se ponen de inmediato en acción: un consejo de Obispos prohíbe dar la Hostia en las manos y también otros organismos autorizados, como el Vicariato de Roma... pero en Roma y en otros lugares se continúa desobedeciendo, quebrantando así la unidad litúrgica;
la Comisión Litúrgica dicta disposiciones acerca de la celebración de los Sagrados Ritos… pero no todos se atienen a ellas, al contrario... pero si luego se quiere ver cómo se quebranta la unidad litúrgica, que forma parte de la más completa unidad eclesial, ¡basta observar cómo son administrados los Sacramentos!
Una clara disposición del Consejo Episcopal Italiano establece que el sacerdote en el ejercicio de su ministerio debe vestir la vestidura talar... Esta es una infracción litúrgica habitual, pues ningún sacerdote hoy antes de confesar, dar la Comunión o bautizar se pone vestidura talar;
la justificación es que así lo hacen todos... como si uno dijera, dado que todos ofenden y desobedecen a sus padres lo puedo hacer también yo... ¡este no es precisamente un buen razonamiento por parte de quien debería ser maestro de Sabiduría!
¡Se va al confesionario en mangas de camisa y a veces hasta en camiseta sin mangas!
Como ves, me he limitado a las infracciones comunes con las que la liturgia es desmembrada como un cadáver sin vida.
¡Qué decir además de las Santas Misas celebradas a tiempo de récord!... sacerdotes que habitualmente empleaban OCHO minutos para la celebración de la Misa… otros DOCE o CATORCE…
¡El acto Más importante del Culto, el acto más solemne de la Liturgia realizado "peor" que cualquier otra acción humana!
Ciertamente que este modo de actuar no concurre eficazmente a lograr aquella unidad espiritual auspiciada y querida por Dios... ¡Ni se diga que éstas son excepciones que no se deben tomar en cuenta, por que en toda la Iglesia estas excepciones son tantas que no se pueden en absoluto desatender!
Liturgia, un lenguaje eficaz y potente
Caos, por lo tanto, también en la Liturgia…
Oh, si todos mis Sacerdotes tuvieran conciencia de su grandeza sacerdotal... de su dignidad de la cual no hay ninguna otra que la pueda igualar en la tierra, cuántas almas más traerían a Mi Corazón Misericordioso!
La Liturgia, con sus símbolos y con sus figuras es un lenguaje eficaz y potente que desciende al corazón de quien asiste, si quien la realiza lo hace con espíritu de Fe y de convicción.
¡Cuántas veces mis Ángeles, presentes siempre numerosos en las solemnes funciones litúrgicas, se estremecen cuando se ven obligados a constatar las gélidas condiciones interiores de los sacerdotes que actúan no por Fe y no por Amor, sino por una fina y abyecta hipocresía!
También aquí sólo un pequeño esbozo sobre un aspecto de Mi Iglesia, que si bien bajo el peso de tantos males, ¡resiste y resistirá el formidable choque conclusivo que sus enemigos están preparando con la necia y pérfida colaboración de tantos hijos míos degenerados!
Una vez más te repito que no está lejano el día en el que como Paloma cándida y pura la Iglesia volverá a ser para su Jesús la Esposa de la que habla el Cantar de los Cantares.
Basta, hijo mío, te bendigo y contigo bendigo a todos los que te son cercanos y colaboran contigo para la Gloria de Dios y para la salvación de las almas.
Tú permanece siempre como "mi pequeña pluma despuntada" al servicio de la Verdad.
(“Confidencias de Jesús a un Sacerdote” – 17/NOV/1978 – P-. Ottavio Michelini)
Visite: www.santisimavirgen.com.ar

Vestidos inmodestos

Lourdes, 3 de julio de 1976
Primer sábado de mes
Vuestro testimonio más necesario.
“Sed cada vez más dóciles en mis manos, hijos predilectos.
Vuestra vida será verdaderamente sólo mía si en cada momento me ofrecéis vuestra interior docilidad.
¡Cuántos son hoy los Sacerdotes que no obedecen, que se rebelan, que no observan ya disciplina alguna!
Vuestra interior docilidad os llevará a la observancia de la más completa disciplina a las norma y a las directrices de la Iglesia.
Hoy has sufrido mucho al ver en este lugar, consagrado a Mí, tantas profanaciones, tantos dolores causados a mi Corazón Inmaculado de Madre. Hijos que vienen a Mí con vestidos tan indecorosos y se atreven a llegar hasta los pies de mi venerada Imagen.
Participa en mi dolor y repara por estas verdaderas profanaciones que cada día se cometen en este lugar consagrado a Mí.
Por desgracia, los mayores responsables son los Sacerdotes. Mira cómo ellos mismos visten de cualquier manera, a veces de modos extraños que escandalizan hasta los mismos fieles.
Y sin embargo, la vigente disciplina de la Iglesia obliga a estos hijos míos a vestir el hábito eclesiástico. Pero ¿Quién observa aún esta disciplina? Pocos, y éstos son considerados, las más de las veces, retrógrados y desfasados.
Esto del hábito es sólo un pequeño ejemplo, pero muy significativo, de una triste realidad: hoy la indisciplina, la desobediencia, la intolerancia hacia toda norma, cunde entre los Sacerdotes, que son siempre, a pesar de todo, los hijos de mi materna predilección.
Sed por lo menos vosotros, Sacerdotes consagrados a mi Corazón Inmaculado, ejemplo por vuestra interior docilidad y por vuestra obediencia a la disciplina de la Iglesia.
Éste es hoy vuestro testimonio más urgente y más necesario.
Sólo así podréis difundir a vuestro alrededor el ejemplo y el perfume de mi Hijo Jesús.
Seréis elegidos para el retorno de muchos Sacerdotes a la obligación de dar ese buen ejemplo, que es una de las exigencias más importantes de vuestro mismo ministerio.”
(Mensaje al Padre Gobbi, del Movimiento Sacerdotal Mariano)


13 de Noviembre de 1978

EL HOMBRE, CREADO PERFECTO, POR SU CULPA SE HA HUNDIDO EN LA REBELIÓN

Escribe hijo mío, sigo siendo Yo, Jesús, que después de una merecida pausa te digo que vuelvas al trabajo por segunda vez, mi pequeña pluma despuntada.
El hombre, pequeña pero estupenda síntesis de los tres reinos del universo, verdadero microcosmos, no salió de la infinita Potencia Creadora de Dios tal cual hoy es, salió bello y perfecto, con el reflejo de un alma, soplo de la Potencia Divina, y por lo tanto libre y responsable de sus actos, capaz de dominar a la materia y de moverse libremente en los horizontes infinitos de la eternidad divina y de adentrarse y salir de los confines de la naturaleza humana para alcanzar y tocar con su espíritu las infinitas bellezas y gozos de la Trinidad Divina... y todo esto mientras estaba en espera de poder entrar en la Casa del Padre Común, el Paraíso.
Pero un día, el más triste entre todos los días, fue rozado por la oscuridad del Infierno, hecha de odio y de rebelión y, por su culpa, se hundió en la rebelión y en el odio, de lo cual jamás habría salido si el Amor de Dios Creador no le hubiera asegurado la salvación por obra de una Niña Madre del Verbo eterno, Redentor de la humanidad.

A la promesa siguió la venida del redentor

El hombre, bello, Perfecto y feliz, dejó de ser tal cuando tocado por la culpa consentida fue arrojado de su luminosa morada, dando inicio a las desgracias que lo acompañarán por todo el tiempo de su permanencia en la Tierra, hasta la consumación de los tiempos.
Pero Dios, como se dijo, tuvo piedad de él y no lo abandonó, y así, a la "promesa" de la Redención hizo seguir la "venida" del Redentor, precedido de una preparación milenaria, escrita por Voluntad Divina con la Infalible asistencia del Espíritu Santo, Luz y Guía para todos aquellos que hubiesen querido, amado y preferido el "Camino" de la Salvación a aquel oscuro de la perdición.
Ahora bien, si tú consideras la situación actual de la humanidad desde un punto de vista neutral, quiero decir, si consideras a la actual humanidad libre de prejuicios, tú ves, hijo mío, una situación tanto en contraste con la que debería ser lógicamente según el recto uso de la luz de la razón y de la fe.
Los auxilios divinos de la Redención, de una abundancia y riqueza tal que supera de hecho toda imaginación, lógicamente deberían influir en favor de la supremacía del Bien sobre el Mal, de la paz sobre la guerra, de la Verdad sobre el error y, por tanto, en favor de un juicio positivo, pero si observas objetivamente, ¿cuál es la realidad que ves?
¿Por qué los hombres, los Cristianos y Mis Ministros a pesar de los potentísimos medios sobrenaturales de los que pueden disponer han llegado al caos actual? ¿Por qué, hijo mío?

Consciente y querida rebelión contra Dios

No bastan para justificar la situación actual de la Iglesia y de los pueblos la "herida" infligida a la humanidad al inicio, de donde la tendencia a las pasiones y al mal, ni las intervenciones de las fuerzas oscuras del Infierno; además de todo esto, está la responsabilidad de los individuos y de los pueblos; responsabilidad que no hace falta en absoluto devaluar sino que, al contrario, es necesario ver hasta el fondo para comprender lo que está por sobrevenir.
Dios es justo y no permitiría jamás un castigo no merecido, por esto la hora de la purificación, anunciada desde los tiempos antiguos, es la prueba aplastante de la responsabilidad humana, tanto de los individuos, como de las naciones y de la Iglesia; es la prueba de la consiente y querida rebelión contra Dios.
Observa, hijo mío, a esta humanidad en sus múltiples aspectos: 
Observa los medios de comunicación, que en general son medios de perversión: televisión, prensa, radio; todo está como podrido, y con el pretexto de informar a la opinión pública, la deforman y la corrompen propagando el contagio del mal, incitando a la violencia y a la corrupción y produciendo la disgregación del tejido social; quién puede comprender la inmensidad del mal hecho a los menores con la prensa pornográfica introducida en las familias a menudo por los mismos padres o por algún "apóstol" del mal, sólo por el simple gusto del mal; mira la prostitución, convertida hoy en hecho habitual, como el adulterio, el aborto y tantos otros pecados contra natura, de los que se reivindica abiertamente su legitimidad sirviéndose precisamente de los medios de comunicación y del cine, que desgraciadamente no es otra cosa sino una escuela de violencia, de hurtos y de rapiñas y además de tantos otros males; observa los otros aspectos del cuerpo social, como la moda excitante de la sensualidad y causa de tantos pecados cuya gravedad nadie podrá comprender hasta el fondo, moda que ha entrado por doquier, aceptada por las familias y por la Iglesia misma, por la que se ha permitido hasta el llevar en la Iglesia minifalda y vaqueros, modas verdaderamente diabólicas, ante las cuales se  han doblado las rodillas, llegando a los más inicuos compromisos; observa el mundo de la Política, que tiene casi siempre como palanca la sed del poder, y en el que la lealtad pocas veces asoma, y que no desdeña, con tal de llegar al intento, ni siquiera el delito y donde la hipocresía y la falsedad reinan soberanas; observa el mundo del arte en sus varias manifestaciones, éste refleja siempre la fuente de la que brota... y un cuerpo en plena putrefacción no puede sino emanar un hedor nauseabundo; jamás podrá un hombre expresar lo que no tiene o lo que no siente, por eso las extravagancias y las cosas más extrañas son el así llamado producto artístico de una sociedad invadida por el materialismo; y, ¿qué puede expresar el materialismo hoy sino un materialismo cada vez  inferior?

Gran culpa de la Iglesia el no haberse opuesto sino débilmente

Hijo mío, podrías continuar pasando revista por todos los demás aspectos de la vida moderna, pero el cuadro que se te ofrecería no cambiaría en absoluto; pero Yo, Jesús, quiero dirigir una vez más tu atención hacia Mi Iglesia y hacia su responsabilidad en las vicisitudes de la vida moderna.
Su gran culpa es la de no haberse opuesto sino débilmente, a la gran avalancha del materialismo, que no quiere decir otra cosa sino Paganismo; la Iglesia "niña" no cedió al materialismo pagano y nos dio los Mártires, la Iglesia actual ha cedido en todo y nos está dando desertores y traidores, herejías sobre herejías, males sobre males... pero para todo esto nadie puede presentar justificación plausible.
En la Iglesia, como en las Naciones de la tierra, aquellos que más tuvieron, porque fueron mayormente dotados de dones, siempre habida cuenta de las debidas excepciones, han sido los que peor han respondido y por lo tanto son los más responsables del proceso de desintegración espiritual, moral, civil, artística y literaria.
Cuántos hombres soberbios y presuntuosos se consideran artífices de una civilización puramente material, sin alguna cosa de espiritual, pero ¿qué importa al hombre de camino en la tierra los supersónicos, las navecillas espaciales, la televisión en color, si luego él, el "rey de la creación" termina en el infierno?
Es una realidad ésta, de la que el hombre de hoy, en la estúpida ceguera que le invade, se puede reír, pero es realidad que permanece en toda su fatalidad; estos hombres, denominados grandes, no debían hacer progresar sólo las cosas materiales, sino ¡"ellos" debían progresar en los Caminos del Espíritu Santo!
Qué vuelco total, hijo mío; estos hombres verdaderamente diabólicos antes que desarrollar los valores morales, espirituales y artísticos, con un gran ensañamiento han hecho de ellos medios de perversión, de corrupción, de muerte y de violencia de todas clases... por tanto no hombres, sino monstruos invadidos por el espíritu del mal pero disimulado siempre de apariencia de bien.
He aquí, hijo mío, estos hombres que, en general el mundo honra como los benefactores, son los más grandes enemigos de la humanidad, son los "hijos del Infierno", engendrados por el Infierno, protegidos y organizados en la iglesia creada por el inextinguible odio de Satanás, este es el más colosal enredo, el más colosal engaño tendido a la humanidad y a mi Iglesia.
A esta luz un día se podrá comprender mejor la hora de la purificación.
Ahora basta, te bendigo y como siempre te digo dame tu amor; reza, y repara.

18 de Noviembre de 1978

SALVEMOS LAS GRANDES DISCIPLINAS DE LA IGLESIA

Hijo mío, soy Jesús, escúchame y escribe.
Recientemente, poco antes de subir a la Casa de mi Padre Celestial, mi Vicario en la tierra, el Papa Juan Pablo I dijo, y hace pocos días también Juan Pablo II ha repetido. "¡Salvemos las grandes disciplinas de la Iglesia!"
¿Qué han querido decir con este requerimiento lanzado a toda la Iglesia, un llamamiento angustiado, un verdadero grito de alarma?
Se intenta salvar una casa en peligro de ser destruida o en parte ya destruida; se trata de salvar una cosa presa de las llamas... y en tal caso se trata de pedir y se invoca ayuda para salvar lo salvable.
¡Mi Iglesia está en llamas, hijo mío, y las llamas le están destruyendo las estructuras más bellas con las que la edifiqué!
Los Baluartes Espirituales con que la ceñí y que en Ella diseminé por doquier están todos en llamas, todos en crisis.
Dentro de no mucho vendrán también las "llamas materiales" a completar las destrucciones, porque esta Mi Iglesia se deberá rehacer enteramente nueva.
En otras ocasiones hube de decirte cómo Conventos, Comunidades, Congregaciones y Ordenes Religiosas son otras tantas hogueras de incendio y de crisis, donde las llamas después de haberse incubado por largo tiempo bajo las cenizas han ya comenzado a inflamarse y dilatándose y encontrándose han formado un gran incendio en el que está envuelta Mi Iglesia, que ahora, en plena crisis, ¡arde toda!

Crisis de Fe y vida interior, por tanto anarquía

Diócesis, Parroquias, Seminarios y todas las demás estructuras acusan más o menos un gran malestar que brota de una única y sola causa: Crisis de Fe, equivalente a crisis de verdadera vida interior y he aquí como consecuencia, la crisis exterior que se comprueba en todo mi Cuerpo Místico y cuyas manifestaciones ya conoces, por lo que no considero oportuno repetirlas, ahora en Mi Iglesia hay "anarquía"; anarquía de la que no se quiere oír hablar, sobre todo por quienes son su principal causa y sobre los que pesa la mayor responsabilidad.
Anarquía en la forma de vestir para el Clero; quien hace una Ley tiene también el deber de hacerla respetar, de otra manera ¿para qué hacerla? ¿Por qué entonces se ha hecho una Ley y no se ha hecho nada para hacerla respetar? ¿No es esto un carente sentido de responsabilidad?
San Pablo ha hablado claramente de la modestia con la que las mujeres en particular, pero no sólo las mujeres, deben asistir a las Sagradas Funciones en la Iglesia… ahora bien, vestido más inmodesto que los vaqueros ¿cuál es?
Anarquía en la Liturgia y en la administración de los Sacramentos... aquí basta recordar lo que he dicho en un precedente mensaje…en tantísimos casos se administran los Sacramentos como se administrarían las propias cosas materiales, olvidando la "sacralidad" del Sacramento, que es fruto de mi Redención. No puedo tolerar ya más allá estas sacrílegas profanaciones, y no desciendo a detalles de los que ¡hasta los fieles menos sensibles a las cosas de Dios se han escandalizado profundamente!
Anarquía en las relaciones eclesiales. Cuántas veces se desobedece... Cuántos sacerdotes suscritos a periódicos y revistas marxistas... Cuántos sacerdotes que leen periódicos que sutilmente inculcan ateísmo e inmoralidad... Cuántos sacerdotes frecuentan salas cinematográficas prohibidas a los seglares...
Los Obispos lo saben, pero ¿por qué no han intervenido casi nunca? Y si no lo saben, ¡quiere decir que no se preocupan mucho de la situación ni de los peligros con los que están amenazados los Sacerdotes de su grey!
Ahora se inicia el tiempo de la justicia.
A Dios no se le traiciona impunemente
Hijo mío, te veo preocupado... ¡oh, no lo estés! Soy Yo, Jesús, quien te lo pide. ¿No te he asegurado tantas veces diciéndote que ninguno podrá nada contra ti más de lo que Yo permita y que si permito que tengas que sufrir es sólo para Mi mayor Gloria y el bien de las almas?
Hijo mío, cuando un campo está infestado de tantas malas yerbas, o se limpia con una enérgica acción de escarda o queda destinado a la esterilidad… ¡esta es hoy la condición de mi Iglesia!
La acción de saneamiento radical que hará nueva y tan bella a Mi Iglesia ya se ha iniciado… tú me quieres decir que muchos ríen burlonamente incrédulos... he dicho "ríen burlonamente", porque estos incrédulos son los fieles de la iglesia de Satanás que, como su jefe, están congelados en la incredulidad, pero cuando llegue el momento en el que deberán, o mejor, querrían cambiar de opinión, ¡ya no tendrán tiempo!
Una vez más recuerdo a estos traidores Míos y de Mi Cuerpo Místico que he sido paciente, magnánimo y Misericordioso, pues era tiempo de Misericordia... pero ahora, hijo mío, da comienzo el tiempo de la Justicia. ¡A Dios no se le traiciona impunemente!
Hijo, te bendigo y Conmigo te bendicen mi Madre y San José; ¡ámame y no temas jamás!
(“Confidencias de Jesús a un Sacerdote” – P. Ottavio Michelini)

EXULTEN LOS COROS DE LOS ANGELES O PREGON PASCUAL





(Padre Canta) Exulten los coros de los ángeles
Exulte la asamblea celeste, y un himno de gloria
Aclame el triunfo del señor resucitado.
Alégrense la tierra inundada por la nueva luz.
(asamblea Responde )
/El esplendor del rey destruyó las tinieblas, destruyo las tinieblas,
las tinieblas del mundo/(bis)
Que se alegre nuestra madre la iglesia
Resplandeciente de la gloria de su Señor
y que en este lugar resuene unánime
La aclamación de un pueblo en fiesta.
(Padre Canta) El Señor este con vosotros,
(asamblea Responde ) Y con tu espíritu
(Padre Canta) Levantemos el Corazón
(asamblea Responde ) Lo tenemos levantados hacia el Señor.
(Padre Canta) Demos Gracias al Señor, Nuestro Dios.
(asamblea Responde ) Es justo y necesario (Bis)
(Padre Canta) Realmente es justo y necesario, exaltar por
 canto la alegría del espíritu,
y eleven un himno al Padre Todo Poderoso
y a su único Hijo, Jesucristo.
El ha pagado por todos al Eterno padre
La deuda de Adán, y con su Sangre derramada por amor,
Ha Cancelado la condena antigua del pecado.
Esta es la Pascua en que se inmola El cordero.
Esta es la noche en que fueron liberados
Nuestros padres de Egipto.
Esta es la noche que nos salva de la oscuridad del mal.

(asamblea Responde )
/Esta es la noche en que Cristo he vencido la muerte
Y del infierno retorna victorioso /(Bis)
¡Oh, admirable condescendencia de tu amor!
¡Oh, incomparable ternura y caridad!
Por rescatar el esclavo has sacrificado al Hijo.
Sin el pecado de Adán Cristo no nos habría rescatado.
/¡Oh, feliz culpa ¡ Que mereció tan grande redentor ,
¡Oh, feliz culpa! / (Bis)
¡Oh, Noche maravillosa ,  que despojaste al faraón
Y enriqueciste a Israel! ¡Oh, Noche maravillosa!,
Tu sola conociste la hora en que Cristo resucito!
¡Oh, Noche que destruiste el pecado y lavas todas nuestras
Culpas! ¡Oh, Noche realmente gloriosa que reconcilias
Al hombre con Dios!
(asamblea Responde )
/Esta es la noche en que Cristo he vencido la muerte
Y del infierno retorna victorioso /(Bis)
En Esta  noche acepta, Padre Santo. Este Sacrificio de
Alabanza que la iglesia te ofrece por medio de sus
Ministros, En la liturgia solemne de este cirio que es signo
De la nueva luz.
Te rogamos señor , que este cirio ofrecido en honor de tu
Nombre Brille radiante: llegue hasta ti como perfume suave
Se confunda con las estrellas del cielo , lo encuentre encendido
Lucero de la mañana, ese estrella que no conoce el ocaso,
/Que es Cristo tu hijo,
Resucitado, Resucitado de la muerte./(Bis)
Amen , Amen , Amen .